CONOZCO A UN HÉROE CUANDO LO VEO, por David Sacks

 





CONOZCO A UN HÉROE CUANDO LO VEO

por 

David Sacks

El Washington Post me nombra junto con @Elon Musk como uno de varios empresarios que están usando sus “megáfonos” para difundir “narrativas” sobre el intento de asesinato del presidente Trump.

No estoy seguro de a qué “narrativas” se refieren, pero sé lo que vi y sé lo que la multitud en Butler presenció en vivo.

Resulta que mi suegro vive en Pensilvania y estuvo en el mitin el sábado. Cuando sonaron los disparos y Trump cayó, dijo que se desató un caos a su alrededor. Todos temían lo peor.

Pero entonces Trump se levantó. Cubierto en su propia sangre, resistiendo los esfuerzos del servicio secreto por llevarlo a un lugar seguro, Trump levantó el puño desafiantemente y la multitud pudo verlo decir: “Luchen. Luchar. Luchar."

Inmediatamente el miedo de la multitud se disipó, la incertidumbre caótica desapareció y fue reemplazada por una determinación férrea. La multitud respondió al unísono: “¡Estados Unidos, Estados Unidos, Estados Unidos!”

Esta no es una "narrativa". Es la verdad. Trump se mantuvo desafiante ante la bala de un asesino. No hay forma de fingir valentía de esa manera.

Para Trump era más importante hacerle saber a la multitud que estaba íntegro y intacto que ser llevado a un lugar seguro.

Donald Trump ya lleva meses en la pelea de su vida, mientras los demócratas vengativos buscan encarcelarlo, pero ese día estuvo a centímetros de perderla. Lo ha arriesgado todo por este país.

Ahora nos corresponde a nosotros, el pueblo estadounidense, demostrarle que no está solo. Rechacemos las mentiras, los bulos, el odio y la división que los medios han difundido sobre este valiente, y apoyemos su contundente victoria en noviembre.


I KNOW A HERO WHEN I SEE ONE, by David Sacks

The Washington Post names me along with 

@elonmusk

 as one of several businessmen who are using their “megaphones” to spread “narratives” about the assassination attempt on President Trump. 

I’m not sure what “narratives” they’re referring to, but I know what I saw, and I know what the crowd in Butler witnessed live. 

At it turns out, my father-in-law lives in Pennsylvania and he was at the rally on Saturday. When the shots rang out and Trump went down, he said pandemonium broke out around him. Everyone feared the worst. 

But then Trump rose. Covered in his own blood, resisting the secret service’s efforts to whisk him away to safety, Trump raised his fist defiantly, and the crowd could see him say: “Fight. Fight. Fight.”

Immediately the fear of the crowd dissipated, the chaotic uncertainty lifted, and it was replaced with steely resolve. The crowd responded back as one: “USA, USA, USA!” 

This is not a “narrative.” It is the truth. Trump stood defiant in the face of an assassin’s bullet. There is no way to fake courage like that. 

It was more important for Trump to let the crowd know that he was unbowed and unbroken than to be taken to safety. 

Donald Trump has already been in the fight of his life for months, as vindictive Democrats seek to imprison him, but on this day he came within inches of losing it. He has risked everything for this country. 

It is now up to us, the American people, to show him that he does not stand alone. Let us reject the lies, the hoaxes, the hate and the division that the media has spread about this brave man, and support his resounding victory in November.




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