Ni el mismísimo Lucifer se atrevió a tanto.
La delegación de la dictadura cubana en el Vaticano, junto Esto es una afrenta al pueblo de Cuba, a todos los presos políticos, a los asesinados, a los perseguidos por practicar la religión católica. No olvidemos cuántas familias tuvieron que salir huyendo de Cuba por creer en Dios, no olvidemos cómo los castigaban, obligándolos a ir a la agricultura, sometiéndolos a trabajos forzados para luego expulsarlos del país.Ni el mismísimo Lucifer se atrevió a tanto. El Vaticano históricamente ha protegido y apoyado los mayores crímenes de la historia.
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