Francia, la bomba necesaria.

Hollande, simplemente toma la  decisión de atacar porque es un presidente sin mando, sin presencia en el territorio.  Antes de atacar, debía haber tomado medidas severas en el país. 

Los imanes que están haciendo proselitismo en Francia, los radicales extremos que se ponen en la entrada de los mercados a escupir las mujeres porque no llevan  burka, los que poseen armamentos de gran calibre en las casas, los que ocupan los bajos de los inmuebles, toda la parte baja con el tráfico de drogas y armas, pues penalizarlos, y si es necesario hasta quitarles la nacionalidad, así el clima actual sería más seguro, no el caos que estamos presenciando. 

Creo que ese diálogo que algunos proponen debe realizarse a partir de otra sentada, una sentada diferente, sin complejos, sin culpabilidades. Existen leyes en esta REPUBLICA, aplicarlas y no se ceder porque sea una comunidad grande.

 Se respetan las instituciones, la lengua francesa, la libertad o la fraternidad. Stop a que  cada vez que un chiquillo de 14 años rompe su escuela, van y  gritan  que es racismo, xenofobia, islamofobia, etc, y no pasa nada. La pequeña delincuencia que ha surgido de esto ahora está en edad de irse a Siria  a formarse como terrorista, porque bajo el consentimiento de "víctimas"” incomprendidos” no aprovechan la escuela, no trabajan y tienen tiempo para inventarse historias de guerreros invencibles y de mártires.

 Esa guerra se hace acá. Allá no creo que estén las condiciones, se llevará a cabo entre los musulmanes que se han abierto al mundo y enseñen a sus propios hermanos de religión, raza, o como quieran llamarles, que la civilización no tolera el maltrato, el asesinato ni ninguna barbarie. 

Pero mientras todo sea de doble cara, ni están aquí, ni están allá, ni se dicen las cosas claras. El musulmán es el único que puede hacer que otros musulmanes entienden lo que hay, los imanes que tanto dinero piden y las  mosquees y las familias de esa religión que se pongan para esto. Esconder a fugitivos por alianza religiosa no da nada bueno.

Cortar las ayudas del Estado a quienes van a  formarse como soldados en los países árabes,  quitar la nacionalidad y expulsar de la Francia a los radicales, seguridad en  las fronteras, responsabilidad del mundo musulmán con lo que sucede en su casa, con los hijos que envían a la mosqué para que los tranquilice el imán y dejen de fumar en las entradas de los edificios ; abandonar  la guerrita comunitaria por caprichos de comida especial, ropa especial- todo lo que es del dominio privado, la religión es personal, no andar imponiéndola a los vecinos, vestirse como les da la reverendísima gana, pero no imponer esto en escuelas e instituciones y más en estos momentos graves donde todos temen una explosión .  

 Crear trabajos, la gente ocupada fastidia menos. Los musulmanes de Francia deben hacer la diferencia, romper con todos los  símbolos de islamización que han adoptado en la última década, si desean realmente mostrar su apoyo a la civilización.

No hay otra mejor bomba contra Daesh,  que la retaguardia les abandone por salvajes. La tolerancia en los dos sentidos, el resto es capricho comunitario, debilidad del Estado  e incomprensión de dos culturas opuestas, con muchos puntos de riqueza cultural para convivir. 

Margarita García Alonso
18 nov. 2015