Yom Kipur 2 /10/25 לילה טוב
Yom Kipur es el día del perdón y del arrepentimiento, es un día de ayuno y oración que se celebra el 10 del mes hebreo de Tishrei, 10 días después de Rosh Hashana, el Año Nuevo judío (Generalmente en los meses de septiembre u octubre del calendario secular)
El día se dedica al arrepentimiento espiritual, los judíos practicantes ayunan desde el ocaso hasta el anochecer del día siguiente. Además de las plegarias durante los días de arrepentimiento que preceden a Yom Kippur, el mismo día o antes de él es costumbre pedir perdón a quienes hayamos ofendido. Al finalizar Yom Kippur, se hace sonar el shofar para marcar el final del ayuno.
Cena previa al ayuno
La víspera de Yom Kippur se acostumbra comer una cena que finaliza antes de que empiece el ayuno con la puesta de sol. El ayuno empieza inmediatamente después de la cena. Para poder hacer el ayuno más fácil se acostumbra a ingerir comidas poco saladas y livianas, generalmente sopas de pollo, Kreplaj, pure de papas, arroz, ensalada, frutas, se recomienda igualmente no tomas café ni bebidas gaseosas
Cena para romper el ayuno
Hay costumbres diferentes en cuanto a la cena para romper el ayuno de acuerdo al país donde se viva y si se es Ashkenazi o Sefaradi:
Los Ahskenazies acostumbran a romper el ayuno con torta de miel y algunos sefaradies con Limonada, Subia o Pipitada, pan con aceite de oliva y Zaatar
Algunas personas acostumbran a hacer una cena liviana generalmente láctea o Miljik (Tipo Brunch) con Bagels, salmón, Hering, Burekas de queso, Sambusak, Blintzes, Knishes, huevos, cafe con leche, te, jugos.
Algunos acostumbran a comer comidas de carne, sopa de pollo puede ser con Kreplaj, Faborkes, Farfalaj, pollo horneado, Almoronia y dulces variados
Otros acostumbran a romper con café con leche, te, panes, bizcochos, Cakes, dulces, Fishuelas, rosquitas fritas con almíbar.
Las puertas están a punto de cerrarse y quedar bloqueadas, y oramos a Hashem para que escuche nuestras plegarias y seamos perdonados!!
Proverbios 28:13
Espero que así sea y quedemos todos inscritos en el libro de la vida. 


**EL AYUNO SEGÚN LA CABALÁ**
¿Por qué, entonces, se acostumbra en ciertos días especiales del año a hacer acciones supuestamente contrarias a esto, como la abstinencia de comida y bebida?
La sabiduría de la Cabalá se opone completamente a cualquier tipo de mortificación y sufrimientos físicos, que no ayudan en nada al desarrollo espiritual del hombre. El ayuno no es más que una costumbre externa que expresa la especial sensación de vacío que siente el hombre que se enfrenta por primera vez a la Fuerza Superior. Obviamente no se trata de un vacío material conectado a la falta de éxito mundano, de dinero u honor; sino de un vacío interno, la falta de la capacidad de dar y compartir.
El hombre comprende qué lo separa de la sensación de integridad del Creador, y logra identificar cuáles son los cambios, correcciones y averiguaciones que debe realizar en su interior para conseguirla.
Como preparación al Ayuno, el día anterior se recomienda comer abundante y principalmente tomar muchos líquidos ya que cuando el cuerpo está bien hidratado se aguanta el Ayuno con facilidad. Se puede comer hasta media hora antes del inicio del Ayuno. El Ayuno es total, es decir que no se toma ni agua; pero si una persona no aguanta luego de haber hecho su máximo esfuerzo puede tomar agua, te con miel, alguna fruta, pero se debe evitar comer algo que nos guste ya que no habría sacrificio.
Están exentos del ayuno: Ancianos, enfermos, mujeres embarazadas o amamantando, niños. Ayunar es simple. Si está sano, no coma ni beba en el horario del día. Todos tienen el deber de controlar su aspecto material, y esto se logra mediante el Ayuno.
Así es como se quiebra el poder del olvido, y entonces el hombre recuerda su misión en esta vida, los juicios severos son eliminados del mundo y desciende el amor y las bendiciones.
El efecto más importante del Ayuno se logra mediante la caridad que uno da mientras ayunar, (es costumbre entregar para caridad el valor de alimento que uno hubiera ingerido, mediante el Ayuno se quiebra la influencia de las ideologías ajenas y reina entonces la Sabiduría de la Toráh. El Ayuno también ayuda a ganarse el sustento. (Extractos de Likutey Etzot de Rabí Najmán de Breslev)
7 pasos para un Ayuno fácil
Dándole un nuevo significado al término “comida rápida”. Ayunar 25 horas es, sin lugar a dudas, difícil. Pero hay algo que puede facilitarnos las cosas:
La mayoría de la gente cree que el desafío de ayunar es el hambre. Pero la verdad es que evitar la sed es mucho más
importante. Una persona promedio puede sobrevivir por un mes sin comida, pero sólo tres días sin agua. Con una hidratación apropiada, no sólo evitarás el malestar de la sed, sino que también tragarás saliva con más frecuencia, haciendo que tu estómago no se sienta tan vacío. Ayunar es fácil si preparas tu cuerpo de antemano.
Aquí hay siete simples pasos para maximizar tu hidratación, lo cual te dejará con más fuerza y energía para realizar correctamente el importante trabajo espiritual del día. 
Las náuseas y los dolores de cabeza que mucha gente experimenta durante un ayuno son, a menudo, el resultado de la falta de cafeína. Prepárate reduciendo la ingestión de cafeína en los días anteriores al ayuno, y deja la cafeína por completo 24 horas antes del ayuno. Un truco es mezclar café común con café
descafeinado, aumentando progresivamente la proporción de este último a medida que se acerca el día del ayuno.
La mañana previa, inicia el día con un gran desayuno, basado en cereales, pan y frutas. Esto te dará buena energía durante el día, pero al ser alimentos ricos en fibras, se habrán digerido para el momento de la comida antes del ayuno, cuando querrás tener mucho apetito. Un desayuno abundante también te será de ayuda, ya que agranda el estómago preparándolo para recibir después más comida y agua.
Come un almuerzo moderado, lo suficientemente temprano como para tener apetito para la comida final antes del ayuno. Comienza la comida final como mínimo una hora antes de que comience el ayuno, para que no tengas que comer rápido.
Una forma importante de mantenerse bien hidratado es evitar todo lo que haga que tu cuerpo elimine agua. El chocolate, el té, la cola y el café deben ser evitados ya que la cafeína es un diurético. El alcohol tampoco es recomendable, porque requiere mucha agua para ser procesado por el sistema digestivo. Otro alimento problemático – la sal – es muy conocido por causar sed. Evita comidas saladas como pickles, embutidos, queso, pescado enlatado, pescado ahumado y las típicas comidas judías: Sopa de pollo y carne de vacuno. Pescado fresco y pollo hervido son buenas alternativas.
Planea el menú de la última comida antes del ayuno para que destaque en alimentos ricos en carbohidratos y bajos en sal, como pastas, papas, arroz y pan (preferentemente arroz y pan integral). Los carbohidratos retienen el agua, la cual tu cuerpo podrá “beber” cuando la necesite durante el ayuno. Las ensaladas y otros alimentos ricos en fibras deben ser minimizados, ya que viajan rápidamente por el sistema digestivo y proveen saciedad durante poco tiempo. La comida final debe incluir sólo pequeñas cantidades de proteínas, ya que estas en realidad atraen y filtran el agua de los tejidos (de hecho, la dramática pérdida de peso que la gente experimenta en las dietas altas en proteínas es producto del agua que se pierde ya que las moléculas de proteína no son capaces de mantenerla en tu sistema – agua que ciertamente quieres en tu organismo durante un ayuno).
5) Actuar como un camello.
La clave para un ayuno fácil es hidratarse mucho. Comienza 24 horas antes del ayuno a tomar un vaso de agua cada hora (colócate recordatorios).
Durante el día, consume muchas bebidas. Esto no te llenará, porque los líquidos se absorben con rapidez, pero asegurará que hayas absorbido suficientes fluidos durante el día para empezar bien hidratado la comida previa al ayuno.
No consumas bebidas dulces, las que sólo dan calorías vacías. La mejor opción: suero casero (agua con sal marina, miel, y bicarbonato). La segunda: jugo de fruta diluido.
Las frutas, a pesar de contener mucha fibra, son una buena idea porque contienen mucha agua que van “liberando” poco a poco. Durante el día puedes comer frutas ricas en agua, como sandía, melón o uvas.
En la última comida previa al ayuno bebe varios vasos de líquido, porque muchos alimentos necesitan agua extra para ser bien digeridos. Para el postre, cambia los dulces por la sandía u otra fruta fresca que contenga agua. Por último, bebe un vaso de agua tibia para darle un agradable toque final a tu preparación para el ayuno.
Una gran parte del éxito al ayunar está en la mente. Hablar de tu hambre sólo hará que tu atención se centre en la comida, haciendo las cosas más difíciles. Cuando piensas en comida, tu cuerpo se prepara metabólicamente para recibir la comida, causando la sensación de hambre. La clave es distraer tu mente de la comida. Afortunadamente, los días de ayuno brindan muchas oportunidades para que estemos envueltos en la importante tarea de la teshuvá – el auto mejoramiento espiritual. Cuanto más te sumerjas en el rezo, menos pensarás en la comida. Una forma “casher” de “ingerir” cosas durante el ayuno es mediante oler especias. Canela y clavo de olor son un rápido energizante si te estás sintiendo débil, y con esto puedes crear una sensación cerebral de satisfacción.
Incluso quienes se hayan preparado bien para el ayuno estarán hambrientos cuando éste termine. Asegúrate de no comer tan rápido durante la comida después del ayuno. Comienza con frutas o un vaso de jugo; esto pondrá azúcar en tus venas y ocupará espacio en tu estómago, quitándote las ganas de comer apresuradamente.
Evita los productos de repostería y bebidas con azúcar, cuyas altas cantidades de glucosa pueden conmocionar tu sistema digestivo.
Para evitar comer en demasía, luego de comer un poco haz una pausa de media hora. Si no, la conclusión del ayuno puede convertirse en un aumento de peso (y en un dolor de estómago), porque como el cuerpo se protege de la inanición cuando no comemos bajando la velocidad del ciclo digestivo, las calorías que consumes justo después de ayunar se quedarán contigo más tiempo que las que ingieres cuando tu metabolismo funciona a una velocidad normal. ¡Que tengas un ayuno fácil y significativo!
¿Cómo romper un ayuno?
Empieza a agregar frutas crudas a tu alimentación, sobre todo si el ayuno fue relativamente corto.
Será hora de consumir solamente frutas enteras, pues muchas frutas tienen un alto contenido de agua y son fáciles de digerir y además tienen muchos nutrientes y energía. Tu sistema digestivo necesita comida que se pueda asimilar fácilmente para que siga funcionando sin tener que esforzarse demasiado.
Las mejores frutas son, por ejemplo: la uva, la manzana y la pera. Son muy suaves para el organismo.
Evita las frutas cítricas como el limón, la naranja y las frutas fibrosas como la piña. Las frutas fibrosas son difíciles de digerir y las frutas muy ácidas podrían causarte molestias.
Deberás beber yogur (artesanal y no industrial) mientras rompas el ayuno. Este te ayudará a repoblar las bacterias buenas y las enzimas del sistema digestivo que el ayuno haya eliminado. A su vez, estos probióticos facilitarán la digestión.
Asegúrate de beber yogur sin azúcar, endúlzalo con frutas o miel.
Los primeros alimentos que debes consumir luego de interrumpir un ayuno son importantes para nutrir al cuerpo. Y lo más importante, los alimentos no deben tardar mucho tiempo en ser digeridos y asimilados por el cuerpo. Lo ideal es consumir alimentos fáciles de digerir que necesitan poca energía para ser asimilados y trasladados por el estómago y los intestinos. Bebe un vaso de agua para volver a hidratar tu cuerpo. Evita alimentos chatarra para terminar el ayuno. Termina el ayuno con prudencia.




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