Shaná Tová.
rab Daniel R. Chapán
Padre querido y amado, Dios del mundo,
te deseo un feliz año.
Un año en el que dejemos de odiarnos.
Un año en el que ninguna madre sufra.
Un año en el que no tengas que enjuagar más lágrimas.
Un año en el que dejemos de bloquear la abundancia que quieres otorgarnos.
Un año en el que podamos ser conscientes de cuánto nos amas y dejemos de ignorarlo.
Un año en el que te busquemos y volvamos a Ti.
Un año en el que te permitamos revelarte y dejemos de ocultarte.
Un año en el que comprendamos, por fin, que todo es un plan perfecto y dejemos de oponernos a él.
Un año en el que dejemos de aprender a través del dolor, y empecemos a hacerlo a través del amor.
Un año en el que cada persona pueda sentir tu amor infinito, sin importar cuánto haya caído.
Un año en el que te permitamos redimirnos con misericordia.
Un año en el que podamos revelar, en la práctica, lo que Tú sabes que hay en lo profundo de nuestro corazón:
que te amamos sin límites, porque somos tus hijos.
Shaná Tová.
Querida comunidad, les deseo el mejor año de sus vidas!



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