Göreme,
Göreme, situada en el corazón de Turquía, es un rincón que parece sacado de otro planeta. Sus paisajes, moldeados durante miles de años por la fuerza del viento y la erosión, han fascinado a viajeros de todas las épocas. Ya a finales del siglo XIX la región era famosa por sus formaciones rocosas con aspecto fantástico, que con el paso de los siglos fueron convertidas en viviendas, templos e incluso pequeños poblados. Muchas de estas construcciones se remontan al periodo bizantino, y sus elevadas columnas de piedra en forma de conos se conocen popularmente como las “chimeneas de hadas” de Capadocia.
El valor de Göreme no es solo geológico, sino también cultural. En sus cuevas y refugios excavados en la roca se refugiaron los primeros cristianos, quienes dejaron a su paso capillas decoradas con frescos y muros tallados con gran detalle. Aquellas comunidades transformaron un terreno inhóspito en un centro espiritual vibrante, cuyo legado aún se aprecia en las paredes pintadas y en la arquitectura esculpida directamente en la piedra.
Hoy, el llamado Valle de Göreme continúa atrayendo visitantes de todo el mundo. Sus paisajes irrepetibles, sus casas-cueva y el aire místico que lo rodea lo convierten en uno de los destinos más singulares de Turquía. Como parte de Capadocia —reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad— este lugar ofrece un viaje en el tiempo y, al mismo tiempo, una de las maravillas naturales y culturales más sorprendentes del presente.



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