entrelazamiento cuántico

El entrelazamiento desafía la intuición cotidiana. La física clásica nos dice que las señales necesitan tiempo para viajar, pero las partículas entrelazadas parecen conectadas más allá del espacio. Se comportan como un solo sistema, sin importar la separación. Esto nos obliga a replantearnos qué significan «distancia» y «localidad».

Einstein llamó a esto «espeluznante acción a distancia». Pensó que las variables ocultas podrían explicarlo. Pero décadas de experimentos precisos demostraron que estaba equivocado. El efecto es real, no una ilusión. Las partículas entrelazadas permanecen unidas de formas que la física clásica no puede describir.

En 2022, el Premio Nobel de Física galardonó a Alain Aspect, John Clauser y Anton Zeilinger. Sus innovadores experimentos demostraron que el entrelazamiento no se debe a información oculta. Es una propiedad fundamental de la mecánica cuántica que forma parte de la estructura de la realidad.

El entrelazamiento no es sólo teoría. Es la base de las tecnologías cuánticas actuales. Los ordenadores cuánticos aprovechan los estados entrelazados para realizar cálculos más allá de los límites clásicos. La comunicación cuántica utiliza el entrelazamiento para crear sistemas de cifrado indescifrables que cambiarán para siempre la ciberseguridad.

El entrelazamiento cuántico desafía la regla de que nada es más rápido que la luz. No pasa ninguna señal entre las partículas y, sin embargo, sus estados permanecen correlacionados al instante. Esto nos obliga a replantearnos qué significan la información, la conexión y la causalidad en el universo.