El Tikún
**RETORNANDO*"
El ZÓHAR afirma que el arrepentimiento no ayuda para el pecado de la emisión en vano de semen (Zóhar I, 118a, 219b). El Rebe dijo que no es así.
El arrepentimiento ayuda para todos los pecados. También dijo que nadie más que él comprendía el significado de este pasaje del Zóhar. La verdad es que el arrepentimiento ayuda ciertamente para este pecado, incluso si uno lo ha repetido muchas veces.
El verdadero arrepentimiento implica nunca volver a repetir el pecado. Debes ir al mismo lugar y enfrentarte con la misma situación anterior, con la misma tentación. Sólo que ésta vez debes asegurarte de no hacer lo mismo que hiciste antes. Debes quebrar el deseo y resistir la tentación. Esta es la esencia del arrepentimiento.
(Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov 71).
Escribe el Rabí Natán:
La gota que emerge del lugar del Pacto es santa. Contiene la luz del santo "punto" del cual irradia el alma. Está prohibido emitir la simiente del cuerpo a no ser en un contexto de unión santa, porque de otra manera ello equivale a destruir el mundo. El motivo por el cual se afirma que la teshuvá, el arrepentimiento, es imposible para aquel que derrama su simiente en vano es porque no tiene un lugar adonde retornar.
¿Adónde podrá retornar ahora que ha arruinado el "punto" mismo, que es la raíz misma de su vitalidad?
La teshuvá es posible mientras el "punto" de la persona se mantenga intacto. Pero cuando alguien arruina este punto y lo desarraiga, si así pudiera decirse, Dios no lo permita, ¿adónde podrá retornar?
Incluso así, la verdad es que "nada puede oponerse a la teshuvá" (cf.Ierushalmi Peá 1:1; Sanedrín 10:1; Zóhar II, 106a, etcétera).
Encontramos esta máxima en toda la literatura de la Torá. Si alguien se arrepiente de este pecado seguramente será perdonado. Pero la única manera en que puede retornar a Dios es con la ayuda del Tzadik de la generación, porque el Tzadik es el "punto" abarcador del cual toman todos los otros "puntos".
Este pecador que ha derramado su simiente y ha arruinado su propio "punto" está obligado a recibir nuevamente la luz del "punto". Esto sólo es posible con la ayuda del Tzadik de la generación, que es la raíz de todos los "puntos" y quien por lo tanto tiene el poder de irradiarle nuevamente su "punto".
La justicia estricta demanda que tal pecador no tenga la posibilidad del
arrepentimiento. Pero si se siente pleno de remordimiento y clama ante Dios, incluso el arrepentimiento de aquel que es indigno de recibir el perdón será aceptado, a través del libre e incondicional amor de Dios. Esto en sí mismo es el remedio, el hecho de que el pecador logra despertar la misericordia de Dios, de modo que Dios acepta su arrepentimiento.
El arrepentimiento del pecador despierta y revela una dimensión totalmente nueva del amor de Dios, una dimensión que nunca antes había sido revelada. El amor revelado en el mundo hasta ese momento no se extendía para garantizar la expiación por su pecado, porque "la teshuvá no ayuda" en este caso. El motivo es que allí donde la teshuvá ayuda para los pecados, es sólo debido al atributo de la bondad de Dios tal cual se revela en el mundo. Si la teshuvá no ayuda para este pecado, como afirma el Zóhar, es debido a que el amor que existe en el mundo, y que ha sido revelado hasta ahora, no sirve para este pecado. Y así debe ser, porque al dañar el "punto" que es la luz del amor, el pecador ha dañado la luz misma de la bondad.
Es por esto "que no hay arrepentimiento para él".
Por lo tanto, cuando Dios desea apiadarse de él, le muestra una nueva bondad que nunca antes existió. Dios renueva su bondad y revela un nuevo rostro para curar y perdonar incluso a aquel que ha cometido este pecado. Esto es en sí mismo el remedio, porque se ha revelado una nueva faceta del amor de Dios y el pecador recibe un nuevo "punto" a través de este nuevo amor. Esto se debe a que el "punto" es en sí amor, como se explicó.
A través de la misma revelación de este nuevo amor el pecador recibe la luz del
"punto", que es la bondad, y esto es su remedio. Comprende bien esto. La única manera de que este remedio pueda lograrse en su plenitud es a través de Mashíaj.
Mashíaj se ocupará especialmente del remedio para este pecado. Está escrito, "Él reunirá a los dispersos de Israel" (Isaías 11:12). Esto quiere decir que él reunirá a todos los marginados y a aquéllos que han sido dispersados hacia los cuatro confines del planeta. Éste es el remedio para este
pecado. Pues Mashíaj encarna la luz de este nuevo amor que viene a remediar
todo, tal cual está escrito, "Y Él hace bondad para con su ungido - Meshijó"
(Salmos 18:51). Está escrito, "Y un redentor vendrá a Sión y a aquellos de Iaacov que retornen del pecado" (Isaías 59:20).
"Aquéllos que retornen del pecado" se refiere a aquéllos que se arrepienten del pecado de la emisión en vano de semen, aquéllos que previamente eran "hijos de la transgresión, simiente de falsedad" (Ibid. 57:4). Es precisamente a esta gente que vendrá el recto redentor, porque todos los remedios llegan a través de él. Cuando él
llegue y los cure, entonces el "punto" volverá y brillará dentro de ellos. Éste es el significado de las palabras que siguen (Ibid. 59:21):
"Y en cuanto a Mí, éste es Mi pacto con ellos... Mi espíritu que está sobre ti y Mis palabras que he puesto en tu boca..."; esto se refiere al "punto" que se encuentra allí donde es observado el pacto de paz. Ésta es la fuente de la inspiración divina (Ruaj haKodesh). (Likutey Halajot, Oraj Jaim, Hiljot Tefilín 2, 11-12)
* * * 
Circuncida tu corazón...
Enseña el Rabí Najmán:
Para sentir sinceramente el dolor de sus pecados, uno debe circuncidar el prepucio
de su corazón. Mientras el corazón se encuentre incircunciso y cerrado, uno no puede sentir verdaderamente este dolor. Recién cuando retire el prepucio y tenga un vacío en su corazón podrá sentir la verdadera intensidad de su dolor y sentir verdadera contrición y remordimiento.
Tan grande debe ser su remordimiento que todos los corazones y todas las gotas que han salido de él también lo sentirán, en los lugares donde se encuentren,
aquéllos que salieron de él y fueron seres humanos, y aquellos que salieron de él y fueron hacia el Otro Lado (Sitra Ájara), Dios no lo permita. Porque también allí, bajo el dominio de las fuerzas del Otro Lado, ellos tienen un corazón y miembros.
Cuando el padre circuncida su corazón y
siente el dolor y comienza a arrepentirse, entonces todos los corazones en todas esas gotas también lo sentirán y llegarán a saber la verdad, cómo están hundidos en esos lugares inmundos, en los abismos más profundos del infierno. Antes de esto ellos piensan que las cosas están bien, porque ellos son los destructores del mundo.
Recién cuando sus corazones son
circuncidados a través de la circuncisión del corazón de su padre, sienten la
verdad de su situación y comienzan a lamentarse y a sentir dolor, creando una
gran conmoción. "El Señor tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente" (Deuteronomio 30:6). Cuando Dios circuncida el corazón de un hombre
también circuncida el corazón de su simiente, dondequiera que esté. Si se han
vuelto seres humanos también ellos necesariamente tendrán pensamientos de arrepentimiento, ahora que el corazón de su padre ha sido circuncidado. Y si la simiente fue hacia un lugar diferente, Dios no lo permita, entonces los corazones de la simiente son circuncidados allí. También ellos sienten el dolor.
El momento más propicio para el arrepentimiento es durante el mes de
Elul. El nombre ELUL está compuesto por las primeras letras hebreas de las palabras "Et Levavja Veet Levav, tu corazón y el corazón (de tus hijos)" (loc. cit.). Tanto si la simiente se volvió hijos humanos o lo otro, todos ellos van detrás de su padre.
Cuando el hombre fallece, los destructores que ha engendrado también van detrás de su ataúd, lamentándose, al igual que los
hijos humanos. Sólo que el hecho de que estén allí lamentándose es una ignominia terrible para el hombre muerto: que Dios nos salve de tales castigos.
_El Tikún de Rabí Najmán_
(El Remedio General)



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