La izquierda antitotalitaria vs. la izquierda latinoamericana que aplaude los regímenes totalitarios. Los pitufos se empoderan.
Por el
El ciclon de Ovas
La izquierda antitotalitaria vs. la izquierda latinoamericana que aplaude los regímenes totalitarios
Queridos,
¿ya se enteraron?
Del 26 al 29 de noviembre, México fue el escenario de la primera edición del festival En Zona. No, no es un homenaje tardío a Gente de Zona, aunque, conociendo el eclecticismo de los organizadores, la confusión sería comprensible. Este evento, probablemente financiado con el amor incondicional de la NED (esa hada madrina de la democracia made in USA), aterriza bajo el estandarte de Realta y El Estornudo, con el respaldo intelectual de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, tres refugios ideológicos donde se cuece a fuego lento el "nuevo hombre revolucionario antitotalitario".
Pero En Zona no es un festival cualquiera: es la luminosa promesa que viene a sustituir, de manera definitiva, al moribundo festival VISTA de Miami. Ese cónclave multicolor que, durante años, sirvió de crisol para ideologías diversas —izquierda, centro, derecha— uniendo a activistas y escritores anticastristas en una sinfonía de vino barato y pullas disfrazadas de cortesía intelectual. Todo ciclo tiene su final, y VISTA parece haber llegado al suyo, dejando la corona libre para que En Zona no tardara en tomarla.
Según los organizadores, este nuevo festival nace para reconocer coordenadas comunes en el horizonte de deseos de las sociedades latinoamericanas. En medio de este delicado momento, con democracias tambaleantes y autoritarismos desbocados, ¿qué mejor solución que reunirse para dibujar "imágenes de futuro"? Todo, por supuesto, con la solemnidad propia de quienes exploran rutas de aprendizaje colectivo entre tragos y selfies cuidadosamente filtradas.
El programa contó con una alineación de estrellas de la "nueva izquierda" antitrumpista y anticastrista. Liderando el show, el patriarca Rafael Rojas, repartiendo sabiduría a diestra y siniestra, acompañado de su madrina revolucionaria, Tania Bruguera, maestra en el arte de la disidencia con fondos meticulosamente etiquetados. Junto a ellos, los inconfundibles Carlos Manuel Álvarez, con su pluma siempre a punto de provocar una ovación; Néstor Jiménez, el poeta con bandera; y Eliecer Jiménez Almeida, cineasta de las periferias tropicales, como el toque exótico que no podía faltar.
El toque de intriga lo puso una pareja prominente de Miami, perteneciente a la casta literaria, que asistió al festival y esquivaron las cámaras con maestría, quizás temiendo que los pillaran en pleno ritual intelectual, rodeados de un evento que, al final, promete cambiarlo todo... para que todo siga igual.
En Zona no solo marca el adiós definitivo a VISTA, sino el nacimiento de una nueva era donde el discurso del progreso, el wokismo, gira en un eterno ciclo. Porque, como siempre, la brújula sigue apuntando al mismo norte: más fondos, más retórica y, claro, la inevitable promesa de un mapa que, a fin de cuentas, se disolverá en la arena.
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