Dios si estaba toda loca, todos los días era una mujer diferente
" Dios si estaba toda loca, todos los días era una mujer diferente.
Una vez emprendedora, la otra torpe.
Una vez exuberante, la otra tímida.
Dulce y arrogante.
Era mil mujeres ella, pero el perfume siempre era el mismo.
Inconfundible.
Esa era mi única certeza.
Me sonreía, sabía como engañarme con esa sonrisa.
Cuando sonreía, no entendía nada.
Ya no sabía hablar ni pensar.
Nada, cero.
De repente, sólo ella.
Ella estaba loca, toda loca.
A veces lloraba.
Dicen que en ese caso las mujeres solo quieren un abrazo.
Ella no.
Ella se ponía nerviosa.
No sé dónde está ahora, pero apuesto a que todavía está buscando sueños.
Ella estaba loca.
Pero la amé de loco.
Charles Bukowski
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