LAS CUENTAS CLARAS NO NECESITAN ESCALERAS

 


¿Por qué es mejor no contar a las personas?

Los secretos de la Torah/ explica el Zóhar, que no hay bendición sobre las cosas contadas, y sobre todo sobre las personas contadas. ¿Por qué? Porque la bendición es una energía que es ilimitada en el tiempo y el espacio y a partir del momento que lo contamos, que sea dinero o sea una persona, la enfrascamos en una caja. Si es una persona y la contamos, la enfrascamos en una cajita, quiere decir que esa persona es lo que estamos viendo, empieza y termina donde empieza y termina su frontera, que es su cuerpo.
Una persona no es eso, es un ente energético que abarca todo el universo, en el momento que lo aprisionas le cortas su flujo de energía y ya no le baja la bendición.
El dinero también funciona así, un billete es una carga de energía, que no va a ser igual en manos de quien esté, por ejemplo un obrero que ha trabajado dos horas poniendo ladrillos para tener un billete, ese billete tiene la carga de energía del esfuerzo de esa persona. Un señor que ha ido al casino, ha puesta una ficha y ha ganado ese billete en tres segundos, ese billete está cargado con otro tipo de energía que el que ha puesto ladrillos. Un señor que ha ido a un banco y ha robado un billete, ese billete tiene carga de energía cero. Puede tener una carga de energía de mucho sudor, o puede tener una carga de energía igual a cero, el billete, igual que ha entrado sale. Si tiene una carga de energía de mucho sudor, ese billete va a durar, va a tener bendición.
Cuando dices “diez” estás enfrascando una carga de energía igual a diez y no es verdad, porque cada uno tiene una carga de energía, de acuerdo a lo que ha sudado para tener el billete, o se ha esforzado, o ha pensado. A partir del momento que medimos, estamos enfrascando un valor que no corresponde con su carga de energía, al darle un valor que no corresponde con su nivel de energía, le corta de su flujo de energía, de su fuente de energía, y ya no tiene bendición.
Una persona es una carga de energía tremenda, que abarca todo el universo, si le hacemos una foto, eso no es la persona, lo estamos aprisionando y parece que la persona es eso. Le acabamos de cortar su flujo de energía.
Las personas que guardan el dinero debajo del colchón o en un calcetín y todos los días lo están contando, le están limitando su carga de energía y pierde su verdadero valor energético.
El contable lo tiene muy crudo, lo ideal es nunca saber cuánto tienes, porque aunque sea poco, mantienes el flujo de energía que es ilimitado. Puedes tener 50€ en su bolsillo, pero su flujo de energía puede ser de miles de euros. Esos 50€ pueden traer muchos otros 50€, siempre y cuando no rompas su flujo de energía.
Kabbalah: Las Puertas de la Luz. (Kabbalah Mashiah). Albert Gozlán.

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