fuego a la "Venus de los trapos", de Pistoletto.

 

Pistoleto lleva tirando de la ropa amontonada décadas, por lo que había que detenerle es por no evolucionar como artista

La "Venus de los trapos", de Pistoletto que llevaba semanas expuesta en la Piazza del Municipio., en Nápoles.

La instalación, en la que una estatua de la diosa romana del amor, la belleza y la fertilidad aparece junto a un enorme montón de ropa de colores desechada, fue destruida en el lugar donde se exponía, cerca del ayuntamiento de la ciudad del sur de Italia.

Pistoletto se mostró “amargado y dolido” por el “vandalismo”, dijo Manfredi, pero deseoso de que el incendio sea “interpretado por nosotros como una (oportunidad para un) nuevo comienzo”.

Existen varias versiones de la Venus de los harapos, creada por primera vez en 1967 y que yuxtapone una figura icónica de la cultura y la belleza clásicas con los detritus de la sociedad contemporánea.

Pistoletto estuvo en Buenos Aires en 2019 presentando en el marco de de Bienalsur Tercer Paraíso en La Boca, la Uffizi Porte en el Muntref, y en el Museo Nacional de Bellas Artes, Segno Arte, y la obra icónica del arte povera, la Venus de los Trapos.

Pistoletto (Biella, Italia, 1933) es uno de los artistas italianos del llamado Arte Povera (arte pobre), un arte esencial, una corriente que nació en la década de 1960 caracterizada por utilizar elementos sencillos como cartón, madera, ropa, periódicos usados y objetos cotidianos, como los espejos.

Desde 1955, no ha dejado de exponer y llamar la atención. En 1998 abrió en Biella, su ciudad natal, la Fundación Pistoletto Cittadelarte, cuya misión es producir un cambio responsable en la sociedad.

Sus obras forman parte de las colecciones de los principales museos de arte moderno y contemporáneo, incluyendo: MoMA, Nueva York; Guggenheim Museum, Nueva York; Tate Modern, Londres; Museo Reina Sofía, Madrid; MACBA, Barcelona; Beaubourg, París; Galleria Nazionale d’Arte Moderna, Roma; Museo d’Arte Contemporanea, Seúl; Museo Hirshhorn y Jardín de Esculturas, Washington; Museo d’Arte Contemporanea, Rivoli; entre muchos otros.

Ha ardido después de que en redes sociales algunas personas hiciesen un llamamiento a quemarla.

Dicen que el autor es una persona sin techo; si fuese cierto, me parecería muy poético que sea un olvidado a destruir "un intento de unir la belleza del pasado y el desastre del presente". Para mi la obra instalada es una copia mala del original que es muy potente.

Al final, será más fácil que pase a la historia por el fuego, que por la obra en sí.