ESTRATEGIAs DE PROTECCIÓN PARA PERSONAS NEURODIVERGENTES
Oleo Margarita García Alonso
- Ambiente controlado: Crear un entorno físico que minimice los estímulos sensoriales intensos o desagradables. Esto puede incluir reducir el ruido, la iluminación o los olores intensos, y proporcionar espacios tranquilos o áreas de escape.
- Regulación del ruido: Usar protectores auditivos, como auriculares con cancelación de ruido, tapones para los oídos o música suave, para reducir los niveles de ruido y ayudar a filtrar los sonidos no deseados.
- Modulación de la iluminación: Ajustar la iluminación para reducir el brillo excesivo o el parpadeo, mediante cortinas, filtros de luz o iluminación indirecta. También se pueden usar gafas de sol o filtros de color para reducir la sensibilidad a la luz.
- Estimulación táctil: Proporcionar opciones táctiles, como cojines, pelotas antiestrés, peluches o mantas con texturas agradables, para ayudar a calmar o centrar la atención.
- Organización visual: Utilizar estrategias visuales, como calendarios, listas de tareas, etiquetas o diagramas, para ayudar a estructurar el entorno y mejorar la comprensión de las rutinas y las instrucciones.
- Integración vestibular: Incorporar actividades de movimiento y equilibrio, como columpiarse, saltar sobre una cama elástica o andar en bicicleta, para proporcionar estimulación vestibular y ayudar a regular el sistema sensorial.
- Tiempo de descanso y autorregulación: Permitir pausas regulares y proporcionar opciones de autorregulación, como técnicas de respiración profunda, ejercicios de relajación, uso de fidgets (juguetes antiestrés) o áreas de descanso designadas.
- Estrategias de comunicación: Fomentar una comunicación clara y directa, utilizar lenguaje visual o pictográfico, y proporcionar apoyos visuales para ayudar a comprender y procesar la información.
Las estrategias de protección y adecuación sensorial son extremadamente importantes para niños autistas, ya que muchos de ellos experimentan dificultades en el procesamiento sensorial. Los niños con trastorno del espectro autista a menudo pueden ser hipersensibles o hiposensibles a diferentes estímulos sensoriales, lo que significa que pueden tener respuestas exageradas o insuficientes a los estímulos del entorno.
Proporcionar un entorno sensorialmente adecuado y utilizar estrategias que ayuden a modular y regular la información sensorial puede tener múltiples beneficios para los niños autistas:
- Reducción de la ansiedad y el estrés: Un entorno sensorialmente equilibrado y controlado puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés relacionados con la sobreestimulación o la falta de estímulos sensoriales adecuados.
- Mejora de la concentración y la atención: Al proporcionar un entorno sensorial más calmado y controlado, los niños autistas pueden mejorar su capacidad para concentrarse y prestar atención a las tareas y actividades.
- Promoción del bienestar emocional: Al minimizar los estímulos sensoriales incómodos o abrumadores, se puede fomentar el bienestar emocional de los niños autistas, ayudándoles a sentirse más seguros, tranquilos y en control.
- Facilitación de la comunicación y la interacción social: Al reducir los desafíos sensoriales, los niños autistas pueden tener una mejor capacidad para procesar y responder a las señales sociales y comunicativas de su entorno, lo que facilita la interacción con los demás.
- Fomento de la autorregulación: Las estrategias sensoriales adecuadas pueden brindar a los niños autistas herramientas para autorregularse y manejar sus propias necesidades sensoriales, lo que promueve la independencia y la autonomía.
En resumen, la implementación de estrategias de protección y adecuación sensorial puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los niños autistas, ayudándoles a regular sus sistemas sensoriales, reducir la ansiedad y el estrés, mejorar la atención y la comunicación, y fomentar su bienestar emocional en general. Estas estrategias son una parte integral del enfoque de apoyo y manejo del autismo.
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