cuba hoy por hoy: huéleme-la-colcha cubense
Hambre y fieras por todos lados, ACABEN DE DEVORARSE, fui una muchacha asustada, ahora anciana no soporto este TERROR, aquî ya no hay quien entre.
Gail Potocki (American, b. 1961)
"Greed " from the series "The Seven Deadly Sins"
"El bien vencerá en el mundo, aunque el mal haga más ruido".
- Benedicto XVI
José M. Fernández Pequeño
El huéleme-la-colcha cubense desatado en las redes sociales tras el Premio Nacional de Literatura otorgado en Cuba a Delfín Prats me trajo un recuerdo que llevo décadas combatiendo. Era 1979 y las organizaciones culturales de Santiago de Cuba, encabezadas por el Taller Cultural, organizaron un Encuentro de la Poesía Cubana. Haciendo honor al artículo determinado (ese "la" sin dudas rotundo) invitaron a todo lo que más sonaba por entonces en la nación poética (y a algún que otro extranjero, como Mario Benedetti). Tengo fija en la memoria la larga escena. En un luminoso y repleto salón del Círculo Social Orestes Acosta, en Vista Alegre, Cintio, Fina y Eliseo Diego intentaban refutar sin alterarse las sucesivas e interminables acusaciones contra la poesía de Lezama, que iban depositando en el micrófono los más o menos conspicuos representantes de eso que llamaban nueva poesía cubana. Les ahorro los nombres, algunos han muerto, otros son hoy personas apreciadas, incluso tenidas por buenos escritores o, al menos, dignos de lectura. Nadie quería que su imagen caminando hacia el micrófono y su voz condenando la torre de marfil fueran echadas en falta. Yo era aún estudiante universitario y el azoro seguramente se me notaba porque el espléndido amigo y poeta Marino Wilson Jay se inclinó hacia mí y me dijo al oído: Aquí no se está hablando de poesía. En el debate en torno al premio de Delfín, mucho me temo que tampoco se habla de literatura. Los cubanos hemos perdido la capacidad para debatir sobre cualquier cosa que no sean la sospecha y la acusación ideológica. Pobre, triste y seco país.
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Open Society financió la compra de Radio Mambí y otras emisoras radiales conservadoras, la información es pública. Han anulado toda voz disidente, mientras impulsan a los defensores de su agenda.
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