CARTA DE LEZAMA LIMA A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ DONDE EXPLICA LOS ACONTECIMIENTOS QUE DIERON LUGAR A LA RUPTURA DE ORÍGENES
CARTA DE LEZAMA LIMA A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ DONDE EXPLICA LOS ACONTECIMIENTOS QUE DIERON LUGAR A LA RUPTURA DE ORÍGENES
La Habana, 22 abril 1954
En Puerto Rico
Mi querido amigo y maestro: Lo vuelvo a saludar, pensando que ya estará en su poder el número 34 de «Orígenes», donde aparecen sus páginas. Si ahora se lo recuerdo, para enlazarlo con acontecimientos posteriores que usted debe conocer antes que nadie, dada las inesperadas consecuencias que han ido surgiendo, y que pasó a relatarle.
Habían ya pasado unos días que la revista había aparecido, cuando a principios de este abril, el seños José Rodríguez feo, que es el otro editor de la revista, irrumpe en mi casa, manifestándome que la inserción de sus páginas, le había producido a él en España, principalmente con Vicente Aleixandre, al que había conocido en un viaje que había hecho últimamente, una situación molesta, y que había que resolver esa situación. Y que, o bien yo escribía en la revista diciendo que él no había conocida sus páginas, o si no él se quedaba con la revista. Es decir, añado yo, que por el hecho de que él ha solventado la parte económica de la revista, se creía con derecho a ponerme fuera de la misma. Como quiera que ese deseo que él manifestaba no fuera cierto, le contesté que me negaba a eso, pues era absolutamente falaz ese desconocimiento por él alegado. Y que en cuanto a quedarse con la revista, le negaba toda autoridad para ello. Pues «Orígenes», como usted sabe, no es tan solo una revista pagada por ese señor, sino un movimiento de poesía y cultura, que desde hace años agrupa a escritores nuestros y extranjeros. Ante ese hecho insólito, reuní a los colaboradores más cercanos de Orígenes, los que se pueden considerar como su núcleo de calidad a través de muchos años de continuidad poética, casi todos ellos conocidos por usted desde hace tiempo, P. Gaztelu, Fina García Marruz, Cintio Vitier, Eliseo Diego, Lorenzo García Vega, Julián Orbón y Octavio Smith, les manifesté los hechos sucedidos, y acordaron, con una decisión que me alegra y fortalece, que mi actitud había sido correcta, pues no hay ningún motivo alegable para dejar de publicar su envío. Acordaron también colaborar en la revista que yo seguiría haciendo, con el mismo nombre de «Orígenes», y no colaborar en la revista que decía ese señor que haría solo y sin habituales colaboradores de «Orígenes».
He querido que usted conociese estos hechos, dada la trascendencia de los mismos, y rogarle me escriba para saber sus puntos de vista.
Yo estoy contento, hice lo que mi conciencia y mi amistad con usted me aconsejaban. Le ruego también, mi querido Juan Ramón, me vuelva a enviar para próximos «Orígenes», su colaboración, poemas o prosa, como usted quiera.
Un abrazo de su amigo,
J. Lezama Lima
Trocadero, 162, bajos.
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