Teresa Wilms Montt

 


Por See Karin

Me gustan mucho los poetas sencillos y apasionados, dueños absolutos de su palabra, los que vibran, los que no se esconden ni se niegan, los que se aman por lo que son, los que se entregan al amor, los que no compran ni venden el amor, los que se hieren y purifican, los que acogen sus miedos y los enfrentan, los que no huyen ni se reprimen, los que hablan desde las entrañas y el pensamiento, los viscerales, los luchadores que se arman de palabras profundamente arraigadas a sus almas. Entre ellos, amo especialmente a Teresa Wilms Montt, esa que Vicente Huidobro ayudó a escapar de un convento; poeta chilena nacida en 1893 que tuvo como último puerto la ciudad de París, de donde partió al Olimpo de los grandes en el año 1921. He aquí dos de sus poemas: su carta poética de presentación al mundo, y una de sus entregas al mar.
Alta mar
De tanta angustia que me roe, guardo un silencio que se unifica a la entraña del océano.
En la noche cuando los hombres duermen, mis ojos haciendo triptico con el farol del palo mayor, velan con el fervor de un lampadario ante la inmensidad del universo.
El austro sopla trayendo a los muertos cuyas sombras húmedas de sal acarician mi cabellera desordenada. Agonizando vivo y el mar está a mis pies y el firmamento coronando mis sienes.
AUTODEFINICION
Soy Teresa Wilms Montt
y aunque nací cien años antes que tú,
mi vida no fue tan distinta a la tuya.
Yo también tuve el privilegio de ser mujer.
Es difícil ser mujer en este mundo.
Tú lo sabes mejor que nadie.
Viví intensamente cada respiro y cada instante de mi vida.
Destilé mujer.
Trataron de reprimirme, pero no pudieron conmigo.
Cuando me dieron la espalda, yo di la cara.
Cuando me dejaron sola, di compañía.
Cuando quisieron matarme, di vida.
Cuando quisieron encerrarme, busqué libertad.
Cuando me amaban sin amor, yo di más amor.
Cuando trataron de callarme, grité.
Cuando me golpearon, contesté.
Fui crucificada, muerta y sepultada,
por mi familia y la sociedad.
Nací cien años antes que tú
sin embargo te veo igual a mí.
Soy Teresa Wilms Montt,
y no soy apta para señoritas.
Foto: Teresa Wilms Montt (Wikipedia)

Commentaires

Articles les plus consultés