EL Nuevo Ministerio de la Cultura cubana de izquierda, activo en el exilio, presidido por Brugueras
EL Nuevo Ministerio de la Cultura cubana ya es activo en el exilio, en respuesta a esta conversaciôn.
Dime, Juana de Arcos, quién vale?
Me están avisando que me estoy poniendo viejo, y quiero desmentir esta nueva patraña del enemigo.
Por aquí tengo esta foto de hace unos días, que algo puede demostrar. Es a nuestro paso por Documenta (Kassel, Alemania), ese magno evento que Tania Bruguera ha convertido este año en un centro-solar cubano de los buenos. ¡Miren qué juventud!
Son parte de mi actual familia espiritual, cultural y cubana, de estos tiempos, sangre contemporánea que uno escoge.
Gente rebelde, creativa, fundadores de proyectos alternativos en contra de todas las corrientes, exiliad@s o en cimarronería, y que admiro un montón.
En Documenta participamos, la muchacha Ileana Álvarez González (Alas Tensas - Revista Feminista Cubana) y un servidor por Ediciones Deslinde, en un espacio dedicado a proyectos de publicaciones y editoriales cubanas independientes, junto con mitos vivientes como Pío E. Serrano (Editorial Verbum) y Felipe Lázaro (Betania), y otros en vivo como los de esta foto: Ladislao Aguado (Editorial Hypermedia), Carlos Alberto Aguilera (Diásporas), Lester Alvarez (La Maleza), Carlos Aníbal Alonso (Rialta), y otros con que recién empiezo a congeniar: Santiago Díaz (Revista de la Vagancia), Jesús Adonis Martínez Peña (El Estornudo), Juliana Rabelo. Lamento que en esta foto no aparezca Joaquin Badajoz (Jochy), conductor del espacio: como aquel mismo poeta joven y lezamiano (valga la redundancia) que, desde los años duros de la revista Vitral en Pinar del Río, sabe facilitar la circulación de cosas lindas al son de un buen tabaco.
Doy gracias a Tania Bruguera (Instar) y organizadores, por esta oportunidad, por juntarnos en este lado, donde también no faltaron muchos otros como (aunque no le dieron Visa para llegar) el maestro Rafael Almanza, cuyo espíritu estuvo presente todo el tiempo como esa casona de la tertulia ideal a que vamos a seguir viajando por supremo acto de nuestra voluntad, al calor de la juventud que segrega la intemperie, por más (o gracias a) que los dementores andan allá afuera.
Esto se parece a "la nostalgia antes de la nostalgia", diría el Lichy Diego de "La fábula de José", pero qué vamos a hacer, es lo que hay. No le crean al enemigo ni un tantico así. ¡Y gracias, chamas!
Book of Hours, France, Avignon, approximately 1485-1490
Por aquí tengo esta foto de hace unos días, que algo puede demostrar. Es a nuestro paso por Documenta (Kassel, Alemania), ese magno evento que Tania Bruguera ha convertido este año en un centro-solar cubano de los buenos. ¡Miren qué juventud!
Son parte de mi actual familia espiritual, cultural y cubana, de estos tiempos, sangre contemporánea que uno escoge.
Gente rebelde, creativa, fundadores de proyectos alternativos en contra de todas las corrientes, exiliad@s o en cimarronería, y que admiro un montón.
En Documenta participamos, la muchacha Ileana Álvarez González (Alas Tensas - Revista Feminista Cubana) y un servidor por Ediciones Deslinde, en un espacio dedicado a proyectos de publicaciones y editoriales cubanas independientes, junto con mitos vivientes como Pío E. Serrano (Editorial Verbum) y Felipe Lázaro (Betania), y otros en vivo como los de esta foto: Ladislao Aguado (Editorial Hypermedia), Carlos Alberto Aguilera (Diásporas), Lester Alvarez (La Maleza), Carlos Aníbal Alonso (Rialta), y otros con que recién empiezo a congeniar: Santiago Díaz (Revista de la Vagancia), Jesús Adonis Martínez Peña (El Estornudo), Juliana Rabelo. Lamento que en esta foto no aparezca Joaquin Badajoz (Jochy), conductor del espacio: como aquel mismo poeta joven y lezamiano (valga la redundancia) que, desde los años duros de la revista Vitral en Pinar del Río, sabe facilitar la circulación de cosas lindas al son de un buen tabaco.
Doy gracias a Tania Bruguera (Instar) y organizadores, por esta oportunidad, por juntarnos en este lado, donde también no faltaron muchos otros como (aunque no le dieron Visa para llegar) el maestro Rafael Almanza, cuyo espíritu estuvo presente todo el tiempo como esa casona de la tertulia ideal a que vamos a seguir viajando por supremo acto de nuestra voluntad, al calor de la juventud que segrega la intemperie, por más (o gracias a) que los dementores andan allá afuera.
Esto se parece a "la nostalgia antes de la nostalgia", diría el Lichy Diego de "La fábula de José", pero qué vamos a hacer, es lo que hay. No le crean al enemigo ni un tantico así. ¡Y gracias, chamas!
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