“Cuando todo está perdido, llega a menudo la esperanza”
Especiales del mundo, desengañaos; estáis siendo estafados. Levantad la cabeza y comprobad que los mercachifles que alaban vuestra especialidad sólo os están segmentando, el truco más viejo del marketing. Mordor fue, es y será el egoísmo desbocado, y hasta allí, vía ensimismamiento, os pastorean uno a uno los políticos-sanguijuela que viven de ensalzar y fingir proteger vuestros rasgos distintivos. «Hazme un ejército que esté a la altura de Mordor», le dice Sauron a Saruman; hoy reclutaría sin duda en las redes sociales, entre los haters de los normies. Así funciona el individualismo expresivo, potenciando la falsa sensación de ser único para aislarte de tus semejantes, para en ese minúsculo establo ordeñarte en tanto consumidor o votante como si fueras una vaca holandesa. Oídme, espabiladas, gañanes: quitando a cuatro zumbaos y cuatro genios, sois todos normies. Y a mucha honra; no podéis apartaros ni un milímetro de la regla universal que dice que una mujer o un hombre valen lo que sus actos, y no lo que sus peculiaridades.
Por ahí vamos a reunirnos casi todos y acabar con esta creciente crispación que sólo aprovecha a los de siempre. Cuando volvamos a eso, a la fiesta de la normalidad que incluye el sagrado respeto de todas las especialidades, se disolverá como un anillo de humo —«un Anillo para gobernarlos a todos»— este continuo Armagedón en el que nos tienen enfrentados para exprimirnos como limones. Permítame, querido lector, esta veleidad futuróloga: un día Mordor caerá y podremos reírnos avergonzados de esta constante guerra civil entre conciudadanos. Le ruego que empiece, como yo, septiembre con una promesa de nobleza futura, porque le aseguro que esa chispa habita en nosotros. Y si flaquea en este propósito redentor, haga como servidor y lea a Tolkien, para poder escuchar a Gandalf: «Porque se ha dicho: “Cuando todo está perdido, llega a menudo la esperanza”».
Los ‘normies’ frente a Sauron
Especiales del mundo, desengañaos; estáis siendo estafados. Levantad la cabeza y comprobad que los mercachifles que alaban vuestra especialidad sólo os están segmentando
"Así funciona el individualismo expresivo, potenciando la falsa sensación de ser único para aislarte de tus semejantes, para en ese minúsculo establo ordeñarte en tanto consumidor o votante como si fueras una vaca holandesa".
qué interesante, no sabîa que usaban el término "normis" y llegaban a ese extremo de la "discriminación positiva". Son muy listillos, a ver qué piensan de las personas 'neuroatípicas' que denunciamos sus maniobras malsanas. Nos van a clasificar como anormales de la norma?
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