Martirio de San Juan Bautista


SAN JUAN BAUTISTA medita-, EL (HIERONYMUS BOSCH) BOSCO

“Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego"

 “Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya”


 Lecturas de hoy Martirio de San Juan Bautista


Anunció la venida del Mesías, Jesucristo, y murió mártir por denunciar sin miedo la vida adúltera del rey Herodes Antipas y su cuñada Herodías

San Juan Bautista era conocido por su predicación en torno a la venida del Mesías. Era penitente y recto en su conducta. Su vida llevó al martirio, en favor de la verdad y la justicia.

El rey Herodes Antipas había tomado como pareja a Herodías, la mujer de su hermano Felipe. Juan Bautista había denunciado públicamente esta conducta, que era un pecado grave. Le decía: “No te es lícito tenerla”. Y el rey había ordenado encarcelarlo. Quería matarlo, pero dice el evangelio que “tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta”.

Herodías estaba al acecho de lo que ocurriera con Juan Bautista, porque las palabras de Juan suponían un estorbo en su estilo de vida adúltera. Así que al presentarse la ocasión de deshacerse del Bautista, no lo dudó.

Narra el evangelio que por su cumpleaños Herodes Antipas dio una gran fiesta y allí bailó la hija de Herodías. El rey, entusiasmado, le dijo que estaba dispuesto a concederle lo que pidiera, aunque fuera la mitad de su reino. Y la joven fue a consultar a su madre qué debía pedir al monarca.

Herodías vio entonces la oportunidad de acabar con la vida de Juan Bautista y le indicó a su hija que pidiera su cabeza sobre una bandeja. El evangelio narra entonces de forma escueta pero impactante cómo fue el martirio de san Juan Bautista:

“El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó a su madre.

Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús. Al enterarse de eso, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para esta a solas.”

Patronazgo

San Juan Bautista es patrono de muchos países (entre ellos Malta y Jordania), regiones y ciudades de los cinco continentes. También de muchos oficios: tejedores, curtidores, peleteros, talabarteros, trabajadores del alimento, bodegueros, toneleros, carpinteros, arquitectos, albañiles, canteros, deshollinadores, herreros, pastores, agricultores, cantantes, bailarines, músicos, exhibidores de cine, comunicadores de masas. Es protector de los corderos, las ovejas, los animales de compañía y las vides.

También se le pide intercesión contra el alcoholismo, dolores de cabeza, mareos, ansiedad, epilepsia, espasmos, ronquera, enfermedades de la infancia y miedo.

Oración

Oh, Dios,

tú has querido que san Juan Bautista

fuese el Precursor de tu Hijo en su nacimiento y en su muerte,

concédenos que, así como él murió mártir de la verdad y de la justicia,

luchemos nosotros valerosamente por la confesión de tu verdad.

Por nuestro Señor Jesucristo.


Hoy, lunes, 29 de agosto de 2022

Primera lectura

Lectura del libro de Jeremías (1,17-19):


En aquellos días, recibí esta palabra del Señor: «Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor.


Palabra de Dios

Salmo

Sal 70,1-2.3-4a.5-6ab.15ab.17


R/. Mi boca contará tu auxilio


A ti, Señor, me acojo:

no quede yo derrotado para siempre;

tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,

inclina a mí tu oído, y sálvame. R/.


Sé tú mi roca de refugio,

el alcázar donde me salve,

porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío,

líbrame de la mano perversa. R/.


Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza

y mi confianza, Señor, desde mi juventud.

En el vientre materno ya me apoyaba en ti,

en el seno tú me sostenías. R/.


Mi boca contará tu auxilio,

y todo el día tu salvación.

Dios mío, me instruiste desde mi juventud,

y hasta hoy relato tus maravillas. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,17-29):


En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados.

El rey le dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras, que te lo doy.»

Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.»

Ella salió a preguntarle a su madre: «¿Qué le pido?»

La madre le contestó: «La cabeza de Juan, el Bautista.»

Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: «Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.»

El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.


Palabra del Señor




San Juan Bautista, ca. 1560-1570, de Joan de Joanes, Óleo sobre tabla

“¡He aquí el Cordero de Dios!”

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