LA MUERTE DE UN POETA Lérmontov
Mikhail Yuryevich Lermontov
Traducción y comentarios por
Valeria Vyacheslavovna Bugorskaya
Antecedentes
La Muerte del Poeta es un poema de Mijaíl Lérmontov escrito cuando el joven escritor de 23 años se encontraba postrado en cama por una larga enfermedad durante el invierno de 1837, como reacción a la muerte de su admirado referente, el gran poeta ruso Aleksandr Sergeyevich Pushkin.
Pushkin había sido herido mortalmente el 27 de enero de 1837 en un duelo a las afueras de San Petersburgo, en el que le habrían manipulado su arma, cayendo gravemente herido por su propio mosquete frente al sonriente militar francés Georges D’Anthés, el protegido y amante secreto del embajador neerlandés de la época, muriendo el día 29. Lérmontov escribió una primera versión del poema apenas se enteró del acontecimiento finalizando con las palabras "...sus labios para siempre sellados", y en poco tiempo se distribuyeron copias manuscritas del mismo por San Petersburgo.
Varios días después, el doctor Nikolái Arendt, quien intentó salvar a Pushkin, visitando a Lérmontov en su lecho de enfermo le comunicó los detalles de la muerte de Pushkin, lo que influiría en el desarrollo del poema en cuestión.
La historia en torno a los motivos del terrible duelo entre Pushkin y D’Anthés se originó varios años antes, en 1828. Teniendo 29 años de edad, luego de su período de revolucionaria juventud, Pushkin conoció a Natalia Goncharova, una de las bellezas más queridas de Moscú, que entonces tenía solo 16 años. Famosa por su belleza seductora, que inspiraba grandes pasiones en la corte del Emperador y con gran fama de difícil conquista.
Después de una cuidadosa consideración, y luego de asegurarse de que Pushkin no volvería a ser perseguido por el gobierno zarista , la joven y su madre aceptaron la propuesta de matrimonio del escritor.
Se casaron en 1831. Seis años después y ya con cuatro hijos, Pushkin había acumulado grandes deudas. Por si fuera poco, recibió una carta anónima que le ponía el título de “Subdirector e historiógrafo de la Orden de Cornudos”.
Desde hacía algún tiempo, Pushkin y su joven esposa habían conocido a Georges-Charles D’Anthés, un soldado francés que se había alistado en el ejército ruso para avanzar en su carrera. D'Anthés comenzó a cortejar a la seductora Natalia en 1835.
Cuando se dio cuenta de que ella lo estaba rechazando, D'Anthés y su padre adoptivo enviaron varias copias de esa sátira a Pushkin y algunos de sus mejores amigos. Pushkin, que a menudo estuvo involucrado en enamoramientos y acoso extramatrimonial, no necesitó mucho para descubrir a los autores.
Ni siquiera se detuvo a cuestionar ni menos investigar si su esposa le había sido infiel o no, de quien se decía que provocó voluntaria o involuntariamente al zar Nicolás I y que fue acosada por él. Así, el Gran Poeta desafió a D'Anthés a duelo. A pesar de las negociaciones llevadas a cabo por el padre adoptivo del francés, el duelo se produjo en una gélida tarde del 27 de enero de 1837.
Según la declaración de los padrinos de duelo y los testigos de D'Anthés, este disparó primero, hiriendo gravemente a Pushkin en el estómago. Pushkin, quien previamente había protagonizado y peleado en varios duelos, aún logró contraatacar, pero solo lastimó levemente a su rival en el brazo.
Murió dos días después en su casa de San Petersburgo.
Oficialmente se estableció un duelo legítimo, sin atención a las declaraciones de los padrinos y los testigos del poeta, ni tampoco al informe de su doctor, quien sostuvo hasta su muerte que la herida infligida al poeta no provenía de un tiro de mosquete, sino de la explosión de su arma. Por su parte, D'Anthés nunca quiso mostrar la supuesta herida causada por el arma de Pushkin.
El asesinato de Aleksandr S. Pushkin causó profunda indignación entre la élite artística e intelectual de la sociedad rusa. El poema de M. Y. Lérmontov, en que se estigmatiza al asesino del gran poeta al igual que a los representantes de la alta sociedad rusa que contribuyeron a la preparación del duelo, desde la versión original (sin los últimos 16 versos) se dispersaron rápidamente por la ciudad, en numerosas copias. El poeta Iván Ivánovich Panaev escribió que "los poemas de Lérmontov sobre la muerte del poeta fueron copiados en decenas de miles de copias, releídos y memorizados por todos" (I. I. Panaev. Memorias literarias. GIHL, 1950, p. 96).
Los círculos gubernamentales y la facción más reaccionaria de la sociedad secular defendieron a D’Anthés y difundieron rumores difamatorios sobre Pushkin. Por su parte, el escritor Sviatoslav A. Raevsky, escribió en su testimonio que su primo, el teniente general ruso N. A. Stolypin, acudió al enfermo Lérmontov y, transmitiendo las opiniones de estos círculos, "habló de Pushkin de manera desventajosa, dijo que se comportó indecentemente entre la gente del gran mundo, que D'Anthés estaba obligado a hacer lo que hizo... insistió en que a los extranjeros no les importa la poesía de Pushkin, que los diplomáticos están libres de la influencia de las leyes, que D'Anthés y Geckern, al ser extranjeros nobles, no están sujetos a las leyes ni al Tribunal ruso...»
En respuesta a estos rumores, Lérmontov escribió 16 versos adicionales, que también se agotaron rápidamente y tuvieron un éxito aún mayor. La agudeza política del poema fue muy apreciada tanto en el círculo de Pushkin como entre el público, que escuchó en estos versos su propio dolor e indignación. Las líneas finales del poema con fuertes ataques contra la más alta aristocracia enfurecieron a Nicolás I.
Cuando Nicolás I recibió una copia del poema con la inscripción "Proclamación de la revolución", inició de inmediato un caso contra Lérmontov y Raevsky quien participó en la distribución de las copias del poema. El 18 de febrero de 1837 fueron arrestados. En febrero 25 Nikolai I dio la orden: "Los Húsares del Regimiento de Escoltas de Su Majestad transfieren al Corneta Lérmontov con el mismo rango al regimiento de dragones de Nizhny Novgorod, y el secretario provincial Raevsky que sea arrestado en la guardia de seguridad durante un mes y luego enviado a la provincia de Olonets al Servicio, a discreción del gobernador civil local". De esta forma, Lérmontov fue exiliado al Cáucaso en el ejército activo.
En el exilio, Lérmontov viajó por el Cáucaso, visitó Tiflis, fue tratado en las aguas de sales minerales debido a su debilitada salud, aquí conoció a los decembristas exiliados, incluido el poeta A. I. Odoevsky, así como a V. G. Belinsky; Estudió el folclore oriental, escribiendo el cuento de hadas "Ashik-Kerib" o El poeta vagabundo, entre otras obras. La publicación en 1837 del poema "Borodino" fortaleció la fama del poeta.
La muerte del poeta
¡El poeta ha muerto! - un esclavo del honor -
Cayó calumniado por rumores,
Con plomo en el pecho y sediento de venganza,
cayó inclinando su orgullosa frente.
Sucumbió el corazón ante el oprobio
de mezquinas injurias.
Haciendo frente a la opinión del mundo
él solo, como siempre... fue asesinado.
¡Asesinado!... Decid, ¿por qué eleváis ahora
un vano coro de alabanzas,
de tardíos elogios?
Se ha cumplido el designio de la suerte.
¿No habéis sido vosotros ya hace tiempo
los que ibais a la caza
de sus audacias, de sus libres dones;
los que por divertirse atizasteis
su fuego apenas escondido?
¿Entonces? ¡Alegraos!... No ha podido
resistir vuestros últimos ultrajes.
Como una llama se apagó su maravilloso genio,
Se marchito su corona solemne.
A sangre fría, su asesino
ha descargado el golpe:
su corazón está vacío,
late sin alterarse,
en su mano no tiembla la pistola.
¿Os extraña?... De lejos
ha llegado a nosotros
—igual que tantos fugitivos
a la caza de honores, dignidades—,
llevado de la mano de la suerte.
Despectivo se burla
de nuestra lengua y nuestros usos...
¡Respetad nuestras glorias, comprended
este instante sangriento,
sobre quién osa levantar la mano!
Ha muerto,
le ha encerrado la tumba;
igual que su cantor
desconocido, amable,
ha sido presa de la ciega envidia;
el cantor que el Poeta ha celebrado
y que fue como él
abatido por mano despiadada.
¿Por qué dejó aquel mundo
de tranquilos placeres, de sincera amistad,
para entrar en el círculo ambicioso
que sofoca el espíritu, las ardientes pasiones?
¿Por qué tendió la mano
a bajos detractores,
por qué creyó en palabras, en juramentos falsos,
él, que desde tan joven
conocía a los hombres?
Quitando su corona,
le ciñeron la frente
de laureles tejidos con espinas;
sus puntas escondidas
ensangrentaban su gloriosa frente...
Sus últimos instantes
fueron envenenados
por infames rumores maldicentes.
Murió
con su sed de venganza no extinguida,
con secreto despecho
de traicionadas esperanzas...
Se apagaron los ecos
de sus mágicos cantos,
no volverán a oírse:
angosta, tenebrosa,
es la morada del Poeta,
y un sello para siempre ha cerrado sus labios.
(El 7 de febrero, Lérmontov añadió un airado final de dieciséis líneas, que por temas de traducción y adaptación yo me permití ajustar algunos versos, sin alterar su significado.)
¡Oh, vosotros, altivos descendientes
de padres conocidos por su infamia,
que con serviles pies hollasteis los vestigios
de linajes heridos por la suerte
con los juegos crueles del destino!
¡Vosotros, turba de ambiciosos
que rodeáis el trono, verdugos de la gloria,
la libertad y el genio! ¡Os halláis escondidos
entre las sombras de la ley; ante vosotros
callan los tribunales, la verdad!
Pero hay también, malvados, un Tribunal divino,
un Juez terrible, que os espera inaccesible al son del oro,
que sabe desde siempre los pensamientos y las obras.
Serán vanas entonces las calumnias, no os servirán de escudo.
¡Y vuestra sangre negra, toda,
no bastará para lavar la sangre justa del Poeta!
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