la verdad
... es difícil distinguir lo verdadero de lo falso en lo que cuento... Mire usted, una persona de mi círculo dividía los seres en tres categorías: los que prefieren no tener nada que ocultar, antes de verse obligados a mentir; los que prefieren mentir, antes que no tener nada que ocultar; y en fin, aquellos a quienes les gusta al mismo tiempo mentir y ocultar.
¿Y qué importa después de todo? ¿Es que, en última instancia, las mentiras no nos ponen en el camino de la verdad? Y mis historias, verdaderas o falsas, ¿no tienden todas al mismo fin, no tienen todas el mismo sentido?¿Qué importa entonces que sean verdaderas o falsas si, en ambos casos, significan lo que fui y lo que soy? A veces vemos con mayor claridad en aquel que miente que en el que dice la verdad. La verdad, lo mismo que la luz, encandila. La mentira, en cambio, es un hermoso crepúsculo que nos hace valorar todos los objetos.
La caída,
Albert Camus
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