Padre mío
No quiero aguarles la fiesta, noñas, pero 70 por ciento o màs de los padres de mi generación 60,- infancia y adolescencia 70 y 80 -hoy serían considerados machistas y abusadores.
Y hablo de la isla, del tercer mundo, 'estudio, trabajo, fusil y chancleta pingorosa', sin conocer que en otros lugares regresaban al 'Dominio' tras gozar de Libertad hasta la saciedad.
Muchos sin idea de que podîan asumir ser 'padre gay" o tener 'hijo/a' homo y todas las variantes de género , bajo el lema brutal y primitivo de 'huewon de verdad'.
Puede que el #diadelpadre no sea ideal para decirlo, pero cuenten a sus hijas tales recondenaciones, en el nombre sagrado de sus madres y de la muchacha que sobrevivió.
Dios perdone aquello de 'himen intacto' y 'regresar temprano a casa'. Feliz que acabe esa época de restriciones y se busque la #dulcevirilidad
Es junio y domingo…
Padre mío que estás en mis manos
o multiplicado en el corazón de los tristes,
ampárame de esta agonía de no verte siquiera en sueños,
donde los desterrados vuelven y los locos
refugian sus cabezas magulladas.
Haz que sea cierta esta mínima esperanza de creer que volverás
hecho árbol o ceniza,
eternidad o silencio.
Padre que estás en mi sangre y mi caminar cansado,
necesito que vuelvas, porque es junio y domingo
y no tengo adónde llevarte romerillos.
Vuelve a mi hambre o mi agonía,
a mis antiguos juegos de niña despeinada,
a mi lápiz humilde,
a mi desesperanza.
Ebrio
delirante
sin camisa
desheredado de todo lo que es
y no fuiste.
Inexacto como el tiempo
y sus prolongaciones.
Yanira Marimón Rodríguez
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