Ítaca
A pesar de las inquietudes, las paradas, los viajes a países de la imaginación y la magia, la Odisea nos enseña a aceptar la realidad tal y como es: Ítaca. Ningún otro libro de Occidente posee esta fuerza grandiosa. No sabemos si Homero acepta la realidad con alegría o con un secreto pesar por los mundos posibles perdidos: la mítica isla de Calypso, la edad de oro, la tierra intermedia de los Feaci. Hasta el final, la Odisea permanece impenetrable. En Ítaca la vida es próspera y feliz: hay perales, higueras, vides, olivos, que morirán y serán reemplazados...
—Pietro Citati, en "La mente coloreada"
Ítaca
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