los cubanos de hoy

 

Por José M. Fernández Pequeño

Cada vez que usted hable de los pésimos modales, de las horrorosas costumbres y de las incontables mañas de los cubanos de hoy, nunca olvide que son el resultado de un sistema que destruyó la familia. No olvide que muchas de esas personas y sus padres fueron sacados de su casa y su familia en una tierna edad que bien pudo comenzar a los doce años. Que crecieron la mayor parte del tiempo en escuelas internas donde aprendieron que el robo se respondía con el robo, el golpe con el golpe, y que apropiarse de lo ajeno era una prueba de sagacidad. Que muchas veces los llamados a educarlos fueron sus primeros amantes. Lo peor es que hoy un código intenta hacer buena esa destrucción de la familia en favor del Estado. Pero, recuerde, cuando hable de educación en Cuba, considere que instrucción es una cosa y educación es otra bien distinta y reñida con el adoctrinamiento.