Venecia

 


FRANCESCA

Saliste de la noche
Con flores en las manos.
Vas a salir ahora del tumulto del mundo,
De la babel de lenguas que te nombra.

Yo que te vi rodeada de hechos primordiales,
Monté en cólera cuando te mencionaron
En oscuros callejones.
¡Cómo me gustaría que una ola fresca cubriera mi mente
Que el mundo se trocara en hoja seca,
O en un vilano al viento,
Para que yo pudiera encontrarte de nuevo
Sola!


ENCARGO

Id, canciones mías, al solitario y al insatisfecho,
id también al desquiciado, al esclavo de las convenciones,
llevadles mi desprecio hacia sus opresores.
Id como una ola gigante de agua fría,
llevad mi desprecio por los opresores.

Hablad contra la opresión inconsciente,
hablad contra la tiranía de los que no tienen imaginación,
hablad contra las ataduras,
id a la burguesa que se está muriendo de tedio,
id a las mujeres de los barrios residenciales,
id a las repugnantemente casadas,
id a aquellas cuyo fracaso está oculto,
id a las emparejadas sin fortuna,
id a la esposa comprada,
id a la mujer comprometida.

Id a los que tienen una lujuria exquisita,
id a aquellos cuyos deseos exquisitos son frustrados,
id como una plaga contra el aburrimiento del mundo;
id con vuestro filo contra esto,
reforzad los sutiles cordones,
traed confianza a las algas y tentáculos del alma.

Id de manera amistosa,
id con palabras sinceras.
Ansiad el hallazgo de males nuevos y de un nuevo bien,
oponeos a todas las formas de opresión.
Id a quienes la mediana edad ha engordado,
a los que han perdido el interés.

Id a los adolescentes a quienes les asfixia la familia...
¡Oh, qué asqueroso resulta
ver tres generaciones reunidas bajo un mismo techo!
Es como un árbol viejo con retoños
y con algunas ramas podridas y cayéndose.

Salid y desafiad la opinión,
Id contra este cautiverio vegetal de la sangre.
Id contra todas las clases de manos muertas.


Δώρια

Sé en mí como los humores eternos
del viento sombrío, y no
transitoria como las cosas—
alegría de las flores.
Colócame en la pesada soledad
de acantilados sin sol
y de aguas oscuras.
Permite que los dioses hablen en susurros sobre nosotros
Desde aquí en adelante,
Las misteriosas flores del Orco
Te recordarán.



Canción de amor 

Si te estuvieras ahogando, acudiría a salvarte,
a taparte con mi manta y a ofrecerte té caliente.
Si yo fuera comisario, te arrestaría y te
encerraría en una celda con la llave echada.

Si fueras un pájaro, grabaría un disco
y escucharía toda la noche tu trino agudo.
Si yo fuera sargento, tú serías mi recluta
y, chico, te aseguro que te encantaría la instrucción.

Si fueras china, aprendería tu idioma, quemaría
mucho incienso, llevaría tu ropa rara.
Si fueras un espejo, asaltaría el baño de las señoras,
te daría mi lápiz rojo de labios y te soplaría la nariz.

Si te gustaran los volcanes, yo sería lava
en constante erupción desde mi oculto origen.
Y si fueras mi esposa, yo sería tu amante,
porque la Iglesia está firmemente en contra del divorcio.

Joseph Brodsky


A Eugenio de Joseph Brodsky

En cualquier elemento el hombre

es tirano, prisionero o traidor…

A. Pushkin



Yo estuve en México, escalé las pirámides

impecables moles geométricas

desparramadas por el istmo de Tehuantepec.

Quiero creer que las hicieron visitantes del cosmos

pues estas obras suelen edificarlas los esclavos

y el istmo está cubierto de hongos pétreos.



Los ídolos de arcilla son tan fáciles

de falsificar que propician rumores.

Bajorrelieves varios, con cuerpos de serpientes

y el alfabeto indescifrable de una lengua

que ignoró siempre la conjunción o.

¿Qué contarían si empezaran a hablar?



Nada. En el mejor de los casos, las victorias

sobre tribus vecinas y cabezas partidas.

Que la sangre del hombre vertida en el altar

del Dios del Sol le fortalece un músculo.

Que el sacrificio nocturno de ocho jóvenes fuertes

garantiza el alba con mayor seguridad que un despertador.



De cualquier modo es preferible la sífilis o las fauces

mortíferas de aquellos unicornios de Cortés, al sacrificio.

Si te toca en suerte alimentar con tus ojos a los cuervos

es preferible que el asesino sea asesino y no un astrónomo.

En general, sin esos españoles es muy poco probable

que hubiesen llegado a tener la certeza

de que alguna cosa les había pasado.



Es aburrido vivir, querido Eugenio. Dondequiera que vas

la estupidez y la crueldad te siguen.

Me da pereza encerrar eso en versos.

Como dijo el poeta: «En cualquier elemento…».

¡Qué lejos vio desde sus marismas natales!

Yo agregaría: en cualquier latitud.

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