IDENTIDAD ESTANCADA de la littleratura cubana


Valli di Comacchio.

Lagunas salobres en el parque regional del Delta del Po

BOCETO PARA Incomodafashion

En la Literatura cubana incomoda el fenômeno impuesto por la intelectualidad de izquierda que controla  Academias, prensa (in) dependiente de Soros (El Estornudo), revistas y editoras cadenetas de la UNEAC (Rialta, Hypermedia), por, a lo màximo cinco tipos, quienes a lo largo de la historia creativa se han impuesto como generaciôn (80), cabeza de movimiento ( Paideia) y desde hace dos décadas reescriben su leyenda, pues  han inventado y encontrado financiamiento  a una nueva generaciôn (O), que, agradecida, les menciona, bate plumas y remolina fango a su favor,  por haber sido sacados de la isla, bien para residir  en el extranjero ( y de paso silenciar a los escritores del exilio y convertirse en la palabra oficial de ese mismo exilio)  como para abrir editora/oficoda de quién vale, u obtener maestrîa en las  universidades  americanas o del MUNDO que se dedican a  titular a la izquierda y sustentar sus locas carreras en pos de inmortalidad. 

Poco se puede decir de personas con el dinero suficiente para ahorrarte la existencia y el poder inmoral totalitario de jugar a censores, arquitectos de escalinatas a la fama, y  vándalos detràs del Grant,  pero una lectura, por arribita, a Magris, les advierte que un segundo honrado puede acabar con sus mentiras. Si estornudan, si defecan es solo movimiento para ser nombrado, no se den cuenta que perduran porque los propios escritores han decidido  dejar que se maten entre ellos, se mutilen y exterminen, momento que se acerca, cuando los cinco tipos que mencioné,  quiten la banqueta de ahorcado y queden "archiconocidos" pataleando el aire, con obras de medio pelo. 


Magris escribe: "La corrección lingüística es la premisa de la claridad moral y de la honestidad. Muchas fullerías y graves prevaricaciones nacen cuando se hacen chapuzas con la gramática y la sintaxis y se pone el sujeto en acusativo o el complemento directo en nominativo, enredándolo todo y confundiendo los papeles de las víctimas y los culpables, alterando el orden de las cosas y atribuyendo eventos a causas o a promotores distintos de los reales".


"Toda identidad es también horrible, porque para existir tiene que trazar una divisoria y rechazar a quien está en la otra parte". Microcosmos

"He escrito un libro contra las pequeñas patrias, contra mi patria, contra la patria de los catalanes, aunque los catalanes, ja, ja, sean ya muchos. La identidad sólo es una premisa para abrirse al mundo". Magris

El tío de Milosz, el poeta polaco, embajador en Lituania, le decía a su sobrino: "Cuando tu nacionalidad esté amenazada debes defenderla. Pero esta defensa no puede ser jamás el valor supremo de tu vida".

Microcosmos, Claudio Magris


 ¿Y esos muchos, propietarios de una sintaxis transparente, sin reproche posible, Céline, Pirandello, entre ellos, que acabaron en manos de la inmoralidad política, del nazismo, del fascismo? "Ellos fueron gentes que comprendieron el mal de la vida, que llegaron muy hondo en esa exploración. En este sentido cumplieron con su trabajo. Pero ese descubrimiento del mal y de la falsedad lo contrastaron con la democracia y sus optimistas apelaciones al progreso. E incluyeron a la democracia en la maldad, sin entender que todas las grandes palabras, progreso, democracia, tienen algo de falso, pero cometiendo, sobre todo, un error político muy grave. Político, no literario".





Grossberg (1996) menciona que la centralidad del concepto identidad es un desarrollo "moderno", tanto en el discurso teórico como en el político. Despliega el tema de la identidad desde tres lógicas:

1) De la diferencia: la identidad siempre se construye desde la diferencia. Menciona que lo moderno no constituye identidad fuera de la diferencia sino la diferencia fuera de la identidad. Descalifica a las "teorías de la otredad" porque asumen la diferencia en sí misma, en un sentido positivista, reconoce que el otro existe pero desde su lugar, tal y como es. Por ello propone construir una teoría de la otredad que no sea esencialista, y una teoría de la positividad basada en las nociones de efectividad, pertenencia o lo que Paul Gilroy (1993) llama "lo mismo cambiante".

2) De la individualidad: ésta ha sido vista desde una sola y simple estructura, por lo que es necesario repensarla y recordar que cada ser humano tiene alguna forma de subjetividad y así, al menos en un sentido existe como sujeto. Dichas subjetividad (al menos dentro de las sociedades humanas), está siempre inscrita o distribuida dentro de los códigos culturales de diferencias que organizan sujetos; y

3) De la temporalidad: es decir, la unidad del sujeto depende de la unidad del tiempo, por lo que la identidad es histórica y construcción temporal de la diferencia. A partir de estas tres lógicas sostiene que las identidades son siempre contradictorias, temporales, históricas y diferenciales.




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