los parásitos mediáticos que viven del dolor y de la esperanza del pueblo

 

Por Pedro Díaz Méndez

Mientras las vitrolas de la estafa castro comunista se encargaron de proclamar una apócrifa victoria en la lucha contra la longeva dictadura en el viejo continente, hecho realmente incierto y que sólo fungió como distracción a fin de que los parásitos mediáticos que viven del dolor y de la esperanza del pueblo pudiesen continuar estafándolo con sus mentiras, los funcionarios castro comunistas transaban afablemente con el Club de París.

¿Qué esperaban de la Europa colectivista, rosada, y globalista? Una Europa social demócrata y de izquierdistas que históricamente le ha rendido culto y honor al mito de la Revolución Cubana, y a su otrora máximo líder, la bestia de Birán. En específico el parlamento español, con su sarta de hijos de putas comunistas y mal paridos (que ahogan de rojo a una minoría conservadora), destacan en su labor solidaria para con la dictadura cubana, tal como lo había hecho el mismísimo Franco en su tiempo.

Al parecer, el castrismo, sus aliados europeos y estadounidenses, y los piratas disfrazados de Influencers y pingarios mediáticos creen que todos los cubanos somos pendejos, nos asumen incapaces de ver que solamente la oposición escogida por el castrismo posee la visibilidad y el protagonismo internacional y una voz para denunciar los crímenes del totalitarismo en la isla. Asumen que no nos damos cuenta de que los verdaderos héroes permanecen en la cárcel, reciben tremendas palizas, son anónimos, y no tienen ninguna voz. Dan por sentado de que no nos damos cuenta de que esta oposición (las Tania Bruguera, el MSI, etc.) son ellos mismos disfrazados de ovejas para generar un cambio apócrifo y engañoso, cambio que no tendría justicia, pues enterraría la memoria histórica de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el castrismo a lo largo y ancho de 63 años. Son todos una partida de hijos de putas y singaos, como bien apunta mi amigo Luant por medio del Quijote y de Sancho.