Pater dimitte illis, non enim sciunt, quid faciunt (Lucas, 23: 34).
Fidel,fidelillos que hierven en la cazuela.
En el punto culminante de la Saga impera la maraña. El escenario intacto, el guión repite preceptos y leyendas irracionales que impiden pensar. Extienden cuerda, contra la maldita cuerda que ataba pie. Antes suprimieron la diversidad de cordeletas. Machacan, remachacan creencia. Solo quedan arqueros elegidos, y el bufón de la Corte, rodeado de culebras bailotea e impone color a la voz. El verde irresistible se mueve entre verdes opacos. La lengua roja, rosadita, sobre negra entraña. No existen opciones, el desesperado agarra, va ciego. Cansado y hambriento se desliza como agua, pero no escapa. Despertará entre arenillas, meado por astutos gatos que juegan a fieras.
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen (Lucas 23: 34).
#culebrón
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