Testimonios

 

“Y no decimos nada “

La primera noche ellos se acercan

y cogen una flor de nuestro jardín,

y no decimos nada.

La segunda noche,ya no se esconden,

pisan las flores, matan nuestro perro

y no decimos nada.

Hasta que un día,

el más frágil de ellos,

entra solo en nuestra casa,

nos roba la luna, y conociendo nuestro miedo,

nos arranca la voz de la garganta.

Y porque no dijimos nada,

ya no podemos decir nada.

VLADIMIR MAIACOVSKI (Poeta ruso ,1893-1930).

Testimonio de Ingeborg PM:

Cuando Mariel, las turbas se formaban en la estación de la policía que estaba en la esquina de mi casa. Mi madre salía corriendo con mi hermano y conmigo para casa de mis abuelos para avisar que venían. Un amigo de mi padre, cuando le llegó la salida, fue a la policía para implorar protección para su hijo, porque era un niño que tenía problemas mentales. ¿Y qué hicieron? Darle golpes por un oído al inocente. A otro conocido lo agarraron entre varias mujeres y por poco lo matan, querían los espejuelos del gusano. Las casas de todos mis amigos de la Iglesia que se iban las hicieron leña....Y un larguísimo etc. que recordaba con mi madre hace un rato.

Todo lo que viene es más de lo mismo, nada es nuevo.

Deglis María Se lo decía a Miri hace un rato, no entiendo el asombro. De verdad sorprende tanto? La diferencia con todas las barbaridades que hicieron en 62 años y las de ahora es que ahora se sabe todo porque las redes lo amplían. Nada más.

Yusimi Sijo

Dos actos de repudio sobre las costillas a los 7 años sin contar el escarnio, las humillaciones que eran cotidianidad que no cesaron hasta que llegó aquella tarjeta blanca y lo nuestro no fue nada, una nimiedad comparado al horror de tantas otras familias y lo peor, el secuestro del alma nacional. Ello es tal vez lo más deleznable y menos redimible ...

David Cabrera Díaz

lo más macabro es que entre aquella ronda y esta que toca, nos encargamos de olvidarlo todo minuciosamente. antier, cuando tenía quince o dieciséis años, esta generación que ahora tiene treinta y unos cuantos, te respondía que esas cosas no pasaron, o si pasaron, fue allá, en los '80, que ya quién recuerda, y tû sabes, así fue el precio de una gloria y una dignidad que tû no has podido entender