Máximo Gómez y familia. ¡Dónde está esa pueblo que mi padre liberó!

 

Cuando Gómez murió las autoridades de la República en un principio no permitieron que los habaneros se despidieran del Generalísimo expuesto sus restos en capilla ardiente en el Palacio Presidencial, solo las élites y los veteranos podían honrarlo, pero esa situación no duró mucho pues Clemencia, la hija mayor, indignada exclamó ante el Presidente Estrada Palma ¡Dónde está esa pueblo que mi padre liberó! A partir de entonces la gente llana despidió a su primer soldado y en multitud lo acompañó hasta Colón








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