Elogio de Isak Dinesen, poema de Rolando Jorge.

 




Elogio de Isak Dinesen

Puedes pagar a éste y aquél, con años;
enfermos de hierro;
enfermo de cáncer, enferma
de sífilis de hierro,
de la enfermedad del hombre
o el gato
o el crepúsculo
sin leones
y sin amor.
Ha muerto tu regazo debajo
de tu pañuelo de encaje
ciego.
Despierta cerca del África mi brutalidad.
Orino exilios igual que tú
aunque desee explicarlo.
Habitaciones
abiertas al tallo del matrimonio
golpean tu mejilla.
Estudio tu forma de vida
porque nó me es indiferente
la teología de la yerba y la caricia.
II
Alguna vez quiero ser Karen.
De cierto modo el mundo es Blixen:
una granja, una ladera lejos del cielo.
Los médicos locos enseñan
cada día
para qué o para quién
nacen los animales
(Hay niebla en esta mañana que escribo
Mi mujer parece mi mujer,
yo estoy contigo) .
Fui amado, ¡ reverencia !
Junto a la playa que es enfermedad
se marcan unos dedos,
una pezuña por la costa
( besar sin ser besado,
todo un arte !). Temo perderte, leona.
Arnaut pasa llorando y cantando.
Mi añoranza prevalece.

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