Hoy es 8 de septiembre. No soy religioso. Nunca lo fui. Muchos cubanos sí lo fueron (y lo son). Maceo entre tantos, como dice Díaz-Canel en este tuit. Es cierto. El problema de las verdades es que casi siempre se enuncian a medias. En 1980 yo estudiaba ingeniería en la Universidad Central de Las Villas. Luego de los sucesos del Mariel, vi con mis ojos —nadie me lo contó— como expulsaban a estudiantes de mi curso (y de cursos superiores) que mantenían vínculos con instituciones católicas. Algunos de esos exalumnos (hoy adultos mayores) viven aquí en Miami. Otros están en Cuba. Puedo mencionarlos con nombre y apellidos, así como las carreras de las que fueron apartados. Sería loable que Díaz-Canel no se remontara a sucesos tan lejanos de nuestra Historia, y formulara una humilde disculpa pública, a nombre de quienes cometieron injusticias mucho más recientes. Como bien repite el Presidente cubano, él es continuidad. Continuar es cargar con la gloria de los aciertos y el peso de los errores. ¿Será capaz de ese elemental gesto de reparación? ¿Persistirán el silencio y la negación cada vez que se alude a hechos bochornosos de nuestro pasado? ¿Me darán la razón? ¿Dirán que miento? ¿Me acusarán de irrespetuoso? ¿Pregonaremos la unidad nacional bajo el manto de la Virgen, mientras nos divide la monserga ideológica de siempre? por Leopoldo Luis García
nota blogger en realidad, otro plan MAQUIAVELICO de esos cerebritos enfermos, impusieron el ateismo y no terminan de decir amén para incomodar a los cubanos, burlarse de la historia, ensuciar las creencias populares y politizar a los dioses. NO TIENEN MADRE, van a creer en algo. #bastardos
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