las generaciones literarias cubanas

visual/ Rafael Arzuaga Por Joaquín Gálvez Llama la atención que todas las nombradas generaciones literarias cubanas, a partir de 1959, provienen de la UNEAC o la cultura oficial. Con excepción del Grupo El Puente, aniquilado en los albores de la Revolución, y la Generación del Mariel, que se formó en el exilio a causa de un suceso histórico y que la conforman escritores que fueron marginados por el régimen cubano, los demás escritores que no se integraron a la filas de la UNEAC, o que no publicaron en Cuba, quedaron desclasados generacionalmente; es decir, fuera de los parametros de estudios literarios con que se suele nombrar a los escritores cubanos dentro del ámbito oficial de la literatura cubana, incluso desde territorio exiliar. Llama también la atención esa tendencia viciosa de clasificar la obra de los escritores por generaciones ateniéndose al grupo y obviando al individuo y su libre albedrío creativo. “Si cada inglés es una isla, cada cubano es un rebaño”, diría Borges en este caso. Sin duda, existe no una, sino varias generaciones de desclasados literarios cubanos acorde a las categorizaciones oficialistas y sus paladines en ambas orillas. Belkis Cuza Malè Por favor, hay que ser fiel a la verdad: las Ediciones El Puente eran sufragadas también por la revolución, nada de empresa privada. Eso ya no esistía. Además, José Mario no tenía dinero para pagar las ediciones de los libros, en caso de que fuera independiente. Y a decir verdad, él era un asiduo visitante y miembro de la UNEAC, me consta. Los libros de El Puente se vendían en la librería de la UNEAC. No existia ningún beneficio por ser miembro de la UNEAC y no eran oficialistas, sólo los militantes comunistas y algunos que habían logrado colarse en esa lista de personajes influyentes. La UNEAC era una especie de club de ajedrecistas, hasta que Heberto Padilla ganó el premio Julían del Casal y publicaron su libro. No se era escritor o artista oficiliasta por ser miembro de la UNEAC. Ni tenían permiso para viajar al extranjero, ni disfrutaban de nada que no fuera el ir a sentarse allí, bien jugando ajedrez, conversando, o tomando un café cuando Ceciilia, la administradora de la cafeteria hacía la colada de la tarde. No me gusta la mentira. Y eso no significa que esté defendiendo a la UNEAC. Pero trabajé más de 10 años allí y conozco muy bien la situación. Durante mucho tiempo, cuando me tenían separada de mis actividades en La Gaceta de Cuba, tras la detención, me dediqué a trabajar en el jardín de la UNEAC. Lo hacía para relajarme y no tener que estar sentada todo el día en esa especie de castigo al que estaba sometida. Manuel Ballagas Ojo. Las ediciones El Puente fueron privadas hasta 1962. La mayoría de sus libros se imprimieron con dinero de José Mario, cuyo padre era dueño de una ferretería y le daba los fondos para hacerlo. Por ejemplo, el libro Ni un sí ni un no, cuentos de Guillermo Cuevas Carrión, se publicó costeado por José Mario ese año, en la imprenta privada Arquimbau. Y los primeros libros de Nancy Morejón (Mutismos), Gerardo Fulleda (Algo en la nada), Ana Justina (Silencio), Reinaldo Felipe (Acta), Santiago Ruiz (Hiroshima), y Georgina Herrera (GH). También el primer libro de relatos de Ana María Simo, Las fábulas. Creo que se me olvidan otros. Y el de Isel Rivero (La marcha de los hurones) fue pagado privadamente por José Mario en 1960, a la imprenta de la CTC. Pero al acapararlo todo el Estado completamente, imprentas y otros medios, la UNEAC ofreció a José Mario la posibilidad de publicar através de los libros asignados a esa entidad. José Mario aceptó, pero como sabemos, eso duró poco. NOTA BLOGGER "las nombradas generaciones literarias cubanas, a partir de 1959, provienen de la UNEAC o la cultura oficial", ese es el trasfondo, en realidad parten de uno o dos avistados, que con astucia declaran a este y el otro en cabeza de generacion, la nombran y empujan a que sea reconocida como tal, entre ellos muy buenos y varios rellenos. Lo terrible sucede desde la del 80, los mismos que la inventan juegan en todas las bases, la de la isla y la Uneac y prosiguen desde el extranjero el mismo provincianismo de la exclusion y la nombradera, son los mismos, aquellos del 80 que han lanzado a la + reciente, cosa de sepultar a quien quede fuera del elenco, y no hay + na'. LA CONDICION HUMANA, y la consagracion del HOMBRE NUEVO. #MARGA El régimen comunista promovió y promueve la cultura de la exclusión y la intolerancia, al buen estilo estalinista, creando una intelectualidad mediocre y servil.

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