la Era de Acuario, por Carlos Carralero
François-Emile Barraud
De acuerdo a la astrología esotérica cada era dura algo más de 2000 años. Estamos al final de la era de Piscis, que algunos sugieren ya terminó pero sus efectos duran algunos años en desaparecer. Entramos por consiguiente en la Era de Acuario, cuyo elemento es el aire y su modalidad es fija: poseen el elemento de su signo fijo porque se encuentra en el centro de una estación y acuario está en el centro del invierno. Como Leo, su opuesto complemento es fuego fijo, centro del verano, Tauro en el centro de la primavera y Escorpión en el centro del otoño.
Es probable que a finales de diciembre notemos el verdadero cambio de era, momento en que se produce una conjunción a 0 grado en acuario que no se ve desde hace cientos de años. Saturno, el padre se encuentra junto a Jupiter su hijo: ¿Crono y Zeus en la mitología griega? Saturno y Jupiter en la romana. Esta alineación de los dos gigantes del sistema solar tiene lugar a finales de diciembre de 2020, Acuario que es el signo de las sociedades y sus movimientos, pero Saturno que es su regente es el planeta de las estructuras, de la pedagogía de las limitaciones, del padre celoso y severo, es el signo de la dialéctica: va recogiendo y armando lo que han destruido, despilfarrado y desperdiciado los egoístas.
Júpiter por su parte, es el generoso expansivo alegre que gusta crear y dar riqueza de todo tipo, pero no conoce bien la economía privada. Proporciona fusión y expresa la posibilidad de inserción feliz en la existencia, y una carga vital orientada hacia el optimismo. Por consiguiente se mueve en optimismo y la extroversión, tiende a simplificar las dificultades, buscando la mejor solución, y al mismo tiempo más pacífica, de cualquier broma. Es el regente de Sagitario que representa la Casa de las cosas lejanas, de manera abstracta y física. los viajes largos y la filosofía.
Las feministas astrólogas se ponen a especular demasiado y el entusiasmo las lleva a la maldad. A esperar que ellas estén arriba: ¿más arriba aún? Ellas esperan que con este cambio de estructura Saturno les de un látigo para que hasta la eternidad fustiguen a los hombres y heterosexuales. Y se establezca un nuevo orden donde ellas sean capataces de los magnates sin alma y los políticos corruptos.
Seamos mejores, humanos, verdaderamente solidarios para que el rey de todo, ajuste el ministerio del sol y sus ministros se pongan de acuerdo en el solsticio de invierno y sean benévolos. No provoquemos el apocalipsis que los destructores, siempre en acecho, quieren para someter a los siempre manipulables.
De acuerdo a la astrología esotérica cada era dura algo más de 2000 años. Estamos al final de la era de Piscis, que algunos sugieren ya terminó pero sus efectos duran algunos años en desaparecer. Entramos por consiguiente en la Era de Acuario, cuyo elemento es el aire y su modalidad es fija: poseen el elemento de su signo fijo porque se encuentra en el centro de una estación y acuario está en el centro del invierno. Como Leo, su opuesto complemento es fuego fijo, centro del verano, Tauro en el centro de la primavera y Escorpión en el centro del otoño.
Es probable que a finales de diciembre notemos el verdadero cambio de era, momento en que se produce una conjunción a 0 grado en acuario que no se ve desde hace cientos de años. Saturno, el padre se encuentra junto a Jupiter su hijo: ¿Crono y Zeus en la mitología griega? Saturno y Jupiter en la romana. Esta alineación de los dos gigantes del sistema solar tiene lugar a finales de diciembre de 2020, Acuario que es el signo de las sociedades y sus movimientos, pero Saturno que es su regente es el planeta de las estructuras, de la pedagogía de las limitaciones, del padre celoso y severo, es el signo de la dialéctica: va recogiendo y armando lo que han destruido, despilfarrado y desperdiciado los egoístas.
Júpiter por su parte, es el generoso expansivo alegre que gusta crear y dar riqueza de todo tipo, pero no conoce bien la economía privada. Proporciona fusión y expresa la posibilidad de inserción feliz en la existencia, y una carga vital orientada hacia el optimismo. Por consiguiente se mueve en optimismo y la extroversión, tiende a simplificar las dificultades, buscando la mejor solución, y al mismo tiempo más pacífica, de cualquier broma. Es el regente de Sagitario que representa la Casa de las cosas lejanas, de manera abstracta y física. los viajes largos y la filosofía.
Las feministas astrólogas se ponen a especular demasiado y el entusiasmo las lleva a la maldad. A esperar que ellas estén arriba: ¿más arriba aún? Ellas esperan que con este cambio de estructura Saturno les de un látigo para que hasta la eternidad fustiguen a los hombres y heterosexuales. Y se establezca un nuevo orden donde ellas sean capataces de los magnates sin alma y los políticos corruptos.
Seamos mejores, humanos, verdaderamente solidarios para que el rey de todo, ajuste el ministerio del sol y sus ministros se pongan de acuerdo en el solsticio de invierno y sean benévolos. No provoquemos el apocalipsis que los destructores, siempre en acecho, quieren para someter a los siempre manipulables.
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