Plegaria contra el miedo

The Village of Novgorod Governorate, 1912Konstantin Yuon

POR Jacobo Manchover

« El oscuro deseo de perpetuar que tienen los cobardes » frente a « esa maravilla que llamamos vida ».
Mi admirada poeta María Elena Cruz Varela reflexiona en una crónica reciente de Radio Martí, titulada « El problema no es la muerte, el problema, es saber, por qué, para qué y cómo vivimos », sobre el miedo, frente al totalitarismo, a partir de su detención y encarcelamiento en Cuba, y frente a la epidemia, que todos padecemos. Retomo sus palabras no como fatalidad sino como esperanza de volver a ser libres, en Cuba por supuesto contra la tiranía, y en el mundo contra la tentación autoritaria. « No tengan miedo », diría un Papa, no el argentino, sino el polaco, el gran Karol Wojtyla (Juan Pablo II).
Sin juzgar a nadie y menos aún querer polemizar con nadie, cuelgo aquí esta bellísima « Plegaria contra el miedo », que me acompaña en la lucha por la libertad desde hace cerca de tres décadas.
Plegaria contra el miedo
Volando está la voz. Su frágil marioneta
con hilos invisibles.
Finísimas agujas hilvanan dulcemente
en tenue claroscuro sobre el mantel del tiempo.
Del tiempo que nos deja. Que nos levanta en vilo.
Que a veces. Por azar. Nos multiplica.
Lenta. Muy lenta. Leve. Miro a mi alrededor.
Entono esta plegaria contra el miedo. Contra el miedo
del hombre que se arrastra. Silba. Vuelve a escupir.
Maldice. Vuelve a escupir. Alaba.
Se duele. Me lastima. Se dobla. Me desplaza.
Contra ti mi plegaria. Plegaria contra el miedo.
Mezcla de horror y júbilo. De fibra lacerada.
Contra mi lado oscuro. Contra las aguas mansas.
Contra ti. Contra todo. La voz.
La voz. La frágil marioneta.
La débil manecilla pendiente de la voz.
La voz sobre su eje.
Aquí dejo el renglón de mansedumbre.
Aquí será la voz. Lenta. Lenta aclama la voz.
Se torna rictus. Regresa a los nostálgicos colores.
Imploran los que fuimos tan muertos por el fuego
y volvemos llorando al ojo de agua.

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