la tonta e insignificante aventura terrestre

‘Fishermen in the Boat’ painted in 1907 by Pierre Bonnard (1867-1947).

Despertad! ¡Despertad! ¡Despertad! —grité—. ¡La cabra del día está empujando la mañana! ¡Nada de peros! ¡Bang! ¡Venid, chicas! ¡Lisiados! ¡Golfos! ¡Ladrones! ¡Chulos! ¡Verdugos!

En esto tuve una poderosa sensación: sentí una gran piedad por todos los seres humanos, fueran quienes fueran. Vi sus caras, sus bocas afligidas, sus personalidades, sus intentos por estar alegres, su petulancia, su sensación de pérdida, sus agudezas vacías y torpes enseguida olvidadas. Y todo, ¿para qué? Comprendí que el ruido del silencio estaba en todas partes, y que, sin embargo, todo y en todas partes era silencio. ¿Qué pasaría si de repente nos despertáramos y comprendiéramos que lo que pensábamos que era esto y aquello no fuera ni esto ni aquello para nada? Subí tambaleándome a la colina, saludado por los pájaros, y contemplé a las figuras acurrucadas que dormían en el suelo. ¿Quiénes eran todos estos extraños fantasmas enraizados conmigo a la tonta e insignificante aventura terrestre? ¿Y quién era yo?

Jack Kerouac
Los Vagabundos del Dharma

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