Cómo Dostoievski influyó en Edvard Munch

Cómo Dostoievski influyó en Edvard Munch

El director de la Galería Tretiakov señaló que, esencialmente, Munch hizo por el arte lo mismo que Dostoievski por la literatura: “Le dio la vuelta del revés al alma humana y se asomó al abismo y al vértice de pasiones que destrozan a la gente, revelando la complejidad de la naturaleza humana”.

Munch y Dostoievski compartían una debilidad artística por las muchachas enfermas y golpeadas por la pobreza. Otro de los cuadros más famosos de Munch, El niño enfermo, que provocó la indignación de los críticos por su “estado incompleto”, es un reflejo del dolor del artista provocado por la muerte de su hermana a causa de la tuberculosis.
“No estoy del todo seguro de por qué me encariñé con ella, tal vez porque siempre estaba enferma... Si también hubiera sido coja o jorobada, creo que la habría amado aún más…”, dice Raskólnikov en Crimen y Castigo.

Las pinturas de Munch sufrieron como los personajes de Dostoievski

El biógrafo de Munch, Rolf Stenersen, describe cómo el artista consideraba a las pinturas como si fueran sus propios hijos y mostraba un amor duro a las obras que no le habían salido bien. Las dejaba en el exterior, bajo la lluvia, el viento y la nieve, y las volvía a poner bajo cobijo solo después de pasado un tiempo. Se sabe que así fue con Separación (1894), que quedó muy dañada. Manchas y rastros de excrementos de pájaros se convirtieron en parte del cuadro.
Este extraño método de Munch se llamó hestekur (traducido como “tratamiento de caballos”). Los expertos creen que es una referencia a un sueño de Raskólnikov, en el que el protagonista, transportado a la infancia, es testigo de cómo un campesino golpea a un viejo gruñón sólo porque es “suyo”. Pronto la multitud se unió con cantos que decían: “¡Mátalo a palos!”.

Munch se asoció con el escritor


Munch fue encontrado muerto con un libro de Dostoievski a su lado

En la exposición en el interior de una vitrina junto a una carta del empresario Serguéi Diághilev a Munch– se exhibe un pequeño volumen que perteneció al artista. Se llama Djasvlene, el título noruego de la novela Los demonios de Dostoievski. Fue este libro el que Munch tenía en su mesita de noche al ser encontrado muerto en su finca, no lejos de Oslo, en 1944.foto:Edvard Munch en su taller en Noruega, 1938.

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