el Cristo burlado
La pintura, un temple sobre madera pequeña (25,8 sobre 20,3 cm), es la primera obra del gran predecesor de Giotto que se ha subastado en décadas. La pintura, sin firma, cuya datación probable se remonta a alrededor del año 1280, se encontró en excelentes condiciones, cubierta apenas con una capa de suciedad, afortunadamente fácil de quitar.
La dueña era una señora que vive en Compiègne, una ciudad ubicada a unos cincuenta kilómetros al noreste de París. Siempre pensó que no valía casi nada, hasta que, no se sabe si por curiosidad o algún motivo económico, mostró el cuadro a la casa de subastas para que hicieran una evaluación.
La obra fue sometido a una reflectografía infrarroja, que confirmó su autenticidad. En particular, se supo que el Cristo burlado es parte de un díptico del autor toscano compuesto por 8 paneles, que representan las escenas de la Pasión. De estos, solo dos se conocían físicamente hasta ahora: la Flagelación de Cristo (Colección Frick, Nueva York) y la Majestad con dos ángeles, ubicada en la Galería Nacional de Londres.
Está entre los primeros en usar la perspectiva, lo que le permitió dar “alma” a las figuras humanas. Aun así, hasta hoy en día no han llegado más que una docena de sus obras, una cifra que hace que la secuencia de eventos de las últimas semanas parezca aún más sensacional.
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