El autoengaño
El autoengaño, el autoengaño es el tema. Toda emoción, sentimiento, idea, están bien, si podemos vivirlas con autenticidad.
El Ego disfraza el miedo, las carencias, los impulsos, los complejos, las inseguridades, lo que creemos que no será bien visto, el desamparo, la rabia contra quienes debieron amarnos y lo hicieron mal o como pudieron, la mierda (que es útil, pero nos enseñan a rechazarla), el dolor, la sombra... Lo coge y lo disfraza de buenas intenciones, de consignas, de causas, de grandes ideales, de brillantes análisis intelectuales, de trabajo... lo disfraza de tantas cosas, que saber de qué lugar viene es a menudo imposible.
Pero seguirá ahí, el miedo, a menos que sepamos que late debajo y le digamos: estás ahí, y qué.
El Ego disfraza el miedo, las carencias, los impulsos, los complejos, las inseguridades, lo que creemos que no será bien visto, el desamparo, la rabia contra quienes debieron amarnos y lo hicieron mal o como pudieron, la mierda (que es útil, pero nos enseñan a rechazarla), el dolor, la sombra... Lo coge y lo disfraza de buenas intenciones, de consignas, de causas, de grandes ideales, de brillantes análisis intelectuales, de trabajo... lo disfraza de tantas cosas, que saber de qué lugar viene es a menudo imposible.
Pero seguirá ahí, el miedo, a menos que sepamos que late debajo y le digamos: estás ahí, y qué.
IMAGEN:
The Bewitched Man (also known as The Devil's Lamp), c. 1798 by Francisco José de Goya
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