del face sobre ARTE Y POLITICA
“La cultura sigue, y es a ella a quien debemos servir; la hora difícil no excusa el cumplimiento de este deber a los llamados a hacerlo, por el contrario, más los obliga y los requiere."
Dulce María Loynaz
Juan-Miguel Pozo Yo creo que el artista debe hablar de lo que le de la gana, y de lo que le interese con libertad adsoluta. Creo que se confunden a veces los intereses estéticos y discursivos del artista con ese cuerpo político y civil que si es el que tenemos que activar. Yo como individuo civíl si hablo de política y me involucro más o menos en lo que me atañe, basicamente en La libertad y todas sus formas... Pero en mi obra me interesan otros aspectos que puede que esten conectados o no. No me planteo, ni me plantearé núnca servir ninguna causa desde mi obra. Quizás esté equivocado pero asumo adsoluta responsabilidad en ello. Cuenten conmigo como persona civil (o politica) pero jamás esperen que ponga mi obra al servicio de una causa común.
Juan-Miguel Pozo Janet Batet Entiendo, solo trataba de trazar una linea donde parecía que no la había. Yo núnca he visto tanto arte político y proyectos con esa "perspectiva cívica" por metro cuadrado en mi vida. En Cuba casi el 40 % de la producción artística (igual exagero) gira en torno a la problemática polítco y social de la Isla (al menos lo que he visto yo en La Habana). El arte "contestatario" y de "imersión" en temas sociales es casi una escuela. Los hay de todo tipo y unos más interesantes que otros. Yo diría que casi se enmarca en una tradición que probablemente empezó en los 80's. La cosa es Janet ..Hasta que punto este arte contestatario o comprometido incide realmente en la sociedad cubana? No sería mejor pedirle a los artistas y ya de paso a todo cubano que actuen como ciudadanos libres? Qué exijan ya no como artistas sino como indivíduos, vecinos..entes políticos definitivamente un cambio de sistema?. Llevamos mucho tiempo mirando "cosas fuertes" en los espacios de arte y luego no tener transporte para llegar a casa, y caminar resignados con unas cuantas palmaditas de tus colegas en los hombros. Saludos.
Carlos Montes de Oca Tema difícil y opiniones respetables casi todas, tenemos el derecho y deber los artistas a hacer la obra que nos de la gana y como individuos igualmente tomar partido en lo que consideramos necesario y justo... uno de los grandes problemas de Cuba es la intolerancia, siempre dispuestos a señalar con el dedo como ametralladora o tira huevos cederista, incluso cuando vivamos por décadas fuera del país... también consideró totalmente en su derecho a quien quiera apostar por un tipo de arte apegado a un compromiso cualquiera... aprender a respetarnos entre todos debe ser el primer signo de un cambio real y duradero, para la cultura y el bien mayor de nuestra nacionalidad!... suena a discurso, pero es lo que entiendo más razonable dada las múltiples aristas del problema... dicho sea de paso hacer arte político en cuba es tirar a una Diana que rebota a no ser que tengas muy bien engrasado el armamento para un público e instituciones normalmente fuera del contexto, o seas loco, o simplemente no puedas más y vomites verdades que nadie escucha, al menos en mi experiencia el resultado se queda en un guiño entre amigos comprometidos, de cualquier manera personalmente seguiré de loquito siempre que esté de resaca
Diango Hernandez Janet Batet Un activista cívico es un ciudadano que, de modo individual o colectivo, desarrolla actividades vinculadas con la defensa de las libertades públicas y los valores de la democracia en el marco del Estado de Derecho.
Se trata de actividades que pueden estar relacionadas con la defensa del medio ambiente, los derechos humanos, la paz, los derechos del consumidor, la lucha contra la discriminación y la pobreza, la preservación del patrimonio cultural...
Janet Batet Diango Hernandez el civismo, algo que de cada vez más se va perdiendo -no sólo en Cuba, dicho sea de paso- es ese compromiso moral que uno tiene en tanto parte de una sociedad. Algo que va muy de mano con el altruismo -también en extinsión. En el caso de aquellos que participamos de esferas de gestión y movilización de ideas, nuestro compromiso es doble. Y no hay que ser un “activista” -de cada vez más estigmatizamos, encartonamos y caricaturizamos en estancos cuadrados- para ejercer ese derecho cívico que es también obligación moral.
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