Alejandro Castro, venezolano, "Pequeño diario de La Habana"

"Frente a los párpados apretados del mundo este país se hizo pedazos. Y ahora vienen a ver, desde todos los rincones de la vastedad mezquina de la tierra vienen a ver, vienen a sacarle fotos a las paredes descascaradas de la vieja Habana, donde los cubanos posan con su hambre. Como el que va con afán a despedirse de alguien que muere, pero no se muere. Décadas de indigencia. ¿Por qué la de mi país ha de ser más escandalosa?" 


Pequeño diario de La Habana

Por Alejandro Castro
“Hay que amar la pobreza para disfrutar este país”, dice Alejandro Castro (Caracas, 1986) en un pasaje de su diario de una visita a La Habana. Ajuste de cuentas con la enorme tradición literaria cubana y, al mismo tiempo, ajuste de cuentas con sesenta años de opresión y miseria, hoy regadas con absoluta impunidad por todo el continente. En este trabajo el autor no se guarda nada, escribe lo que siente, y lo que siente es desprecio por una tiranía que lentamente también se ha vuelto suya: “A la mañana siguiente, perdido por las ruinas de La Habana y transido de furia, encontré el hospital: Aquí se murió Chávez, pensé. Y escupí”. (Este texto formaba parte de los materiales del Número 1 de la revista El Sarcófago, que nunca llegó a publicarse. Aparece ahora en Trópico Absoluto por cortesía de su autor y de sus editores: Igor Barreto y la Sociedad del Santo Sepulcro, a quienes agradecemos la cesión de los trabajos).
"La pobreza no es sexy. La pobreza no es fotogénica. La pobreza no es digna. La pobreza es una enfermedad. Lo más hermoso que tiene La Habana lo construyeron los españoles hace cuatrocientos años. Lo demás lo ha deteriorado el tiempo, la indolencia y la revolución."Alejandro Castro, venezolano, "Pequeño diario de La Habana"

 OBRAS DE  Pastor Pérez Rodríguez

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