Ser disidente de la disidencia acarrea aislamiento y censura

«Mantener una opinión disidente de un grupo de colegas profesionales es lo más difícil del mundo. Muchos cuentan entre sus recuerdos más bochornosos haber dicho que negro era blanco solo porque otras personas lo decían». Doris Lessing. Premio Nobel de Literatura, 2007.


 es lo que siempre llamo "ser disidente de la disidencia", ya he comentado que acarrea aislamiento y censura para la persona y, a la vez, estancamiento para el comité de base... Entre las cosas + RIDICULAS DE LA ULTIMA DECADA: las CRONICAS de ERNESTO HDEZ BUSTO Y ENRISCO SOBRE YOANI SANCHEZ y el apoyo sin critica de los intelectuales cubanos en exilio a su programa de DISTRACCION DE LA REALIDAD CUBANA, ESCONDIENDO a la isla TRAS un invento.







Hace treinta años Doris Lessing explicaba: 
"Prisons we choose to live inside" (en eng, Harper)
"Las cárceles que elegimos"(en esp, Lumen)

una reseña " Seis lecciones de Doris Lessing"-En sus ensayos y charlas, la premio Nobel de literatura de 2007 defendió el individualismo y criticó el sectarismo, la corrección política y el dogmatismo.

"...en todo grupo es fácil que todos se vuelvan contra alguien, y que si la comunidad está muy unida es fácil que al disidente se le vea como un malhechor o un traidor. Hablaba de las “certezas sentimentales” de cada grupo y en concreto del que conocía más, la izquierda (por ejemplo: que todos los socialistas eran buenos y los capitalistas malos) y observaba que “el adversario nunca es odiado con tanto furor como el antiguo aliado”....
"...una idea marginal se acaba convirtiendo en mainstream, si se sostiene con firmeza e inteligencia. “Cuando hablo de hacer uso de nuestras libertades no me refiero únicamente a acudir a manifestaciones, formar parte de partidos políticos y todo eso, que no es más que un aspecto del proceso democrático, sino a analizar ideas, vengan de donde vengan”....
“Uno no desea leer nada que pueda poner en entredicho la visión que tiene de sí mismo como fenómeno absolutamente nuevo y asombroso, cuyas ideas son novedosas, por no decir que están recién acuñadas, probablemente por uno mismo o, al menos, por gente del propio entorno o por el líder a quien uno venera, ese ser de todo punto nuevo e inmaculado cuyo destino es cambiar el mundo”.
Uno de los textos más interesantes es el último, que estudia las “Actitudes mentales que el comunismo dejó a su paso”: la herencia que el comunismo habría dejado en nuestra cultura. Para Lessing, tuvo una influencia decisiva y degradante en el lenguaje, al producir páginas y páginas dedicadas a no decir nada. Por otra, había potenciado una manera de leer el arte buscando el mensaje o una intencionalidad: esta idea -que Lessing también relaciona con la religión- había tenido consecuencias en la crítica literaria que habían sobrevivido al comunismo. Lo políticamente correcto, sostenía, no pertenecía al comunismo, pero suponía la integración de un hábito de pensamiento. “Sin duda hay algo muy atractivo en decir a los demás lo que tienen que hacer”. Se trata de “un comportamiento de parvulario, algo muy primitivo”. A su juicio, lo políticamente correcto tiene componentes positivos, ya que “obliga a reexaminar posturas”. Lo malo es que “el sector lunático enseguida deja de ser un mero sector; el rabo empieza a menear el perro. Por cada persona que recurre con sensatez a la idea de lo políticamente correcto para analizar las cosas que damos por supuestas, hay veinte agitadores a quienes lo que los mueve es el ansia de poder”. Ocurría, a su juicio en todo movimiento popular, y lo detectaba en el feminismo y el antirracismo. A veces, señalaba, se producen “grupos y conciliábulos de cazadores de brujas”, que “acusan a sus víctimas de racistas o de ser más o menos reaccionarias”....
pero vayan directo a sus libros, copio fragmentos porque los amigos de Cuba me cuentan que tienen mucho mal para abrir los links o ver fotos en internet. Los de afuera, pa' erlibro.

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