Se puede al menos hacer silencio, por Yoandy Cabrera.
Margarita García Alonso #GIFS
Mi problema esencial con la intelectualidad militante cubana es que mientras aplaudan, se emocionen, alaben y/o apoyen un discurso o un congreso en el que se excluya o margine a cualquier tipo de cubano, estarán siendo cómplices y partícipes conscientes de un sistema injusto y discriminatorio. Estarán negando el fundamento radical martiano de "con todos y para el bien de todos". No la misma frase repetida vergonzosa e hipócritamente por las instancias oficialistas de ese país, sino su verdad básica y evidente.
Se puede vivir en Cuba y no ser apologético con el político que discrimina o que repite las mismas nefastas ideas de las últimas seis décadas. Se puede incluso ser de la UNEAC e intentar mantener una postura más inclusiva. Se puede al menos hacer silencio ante frases e ideas que excluyen al amigo o al colega emigrante con el que te sientas en Miami o en Madrid a tomar una cerveza o a leer poesía. Al presidente de EEUU o al de España esos mismos intelectuales cubanos los critican cuando tienen algún comportamiento déspota o discriminatorio. Que no lo hagan en su propio terreno de batalla los señala no solo como unos hipócritas oportunistas, sino que los muestra como unos continuadores de lo peor de la tradición represora insular.
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