Las armas mágicas y el diario secreto de W. B. Yeats


Yeats, creyente en la magia y en la ancestral Rosa Cruz, muy presente en sus poesías y evocaciones en anotaciones en sus diarios mágicos, había sido iniciado en la sociedad secreta antes que Crowley, concretamente en 1890. Su nombre «mágico» fue el de «Demon est Deus Inversus» («El diablo es Dios invertido»).
Yeats fue un auténtico estudioso, no sólo de la obra de William Blake, al que admiraba profundamente, sino de la cultura popular, sobre todo irlandesa, de donde era originario (nació en Georgeville, cerca de Sandymount Castle, Dublín, el 13 de junio de 1865). La tradición oral y el folclore irlandeses se hallaban plagados de historias de «gente pequeña», hadas, duendes y nomos que poblaban los bosques del país. Yeats creció entre aquellos cuentos populares. Sin embargo, cuando en 1887 se trasladó a Londres (justo cuando Westcott ponía en marcha la Golden Dawn) y, una vez allí, conoció personalmente a Blavatsky, asistiendo a sus sesiones de magia psíquica, su mundo comenzó a adquirir una nueva dimensión mucho más profunda y esotérica, terminando por ingresar en la Sociedad Teosófica al año siguiente. La escenografía de los espectaculares rituales de la Golden Dawn fascinaron desde un comienzo a Yeats, que abandonó la Sociedad Teosófica para entrar a formar parte de la nueva sociedad secreta en sus más altos rangos (por lo que tenía acceso a la sabiduría de los llamados «Jefes Secretos»).
Sus diarios mágicos, en donde reflejó sueños, visiones y pensamientos pertenecientes al mundo de los espíritus, aún permanecen celosamente guardados y a buen recaudo en la Biblioteca Nacional de Irlanda, pero una visitante pudo fotografiar alguna de sus increíbles páginas que te mostramos aquí.  

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