Un poema colectivo, muy antiguo
Un poema colectivo, muy antiguo, descarta que los jóvenes poetas e intelectuales cubanos lo conozcan pues recién descubren las virtudes del exilio.
Por favor, quienes recuerden, añadan,
solo tiro algunos....
La primera palabra,
en La finca de Sosa.
Veníamos del Parque de Ajedrez,
con aquel tipo de Fernandina de Jagua,
el Efory Atocha y Gaspar, el Lugareño,
en el camino: Di Marga code,
siempre Chiquita mala,
y el Sentado en el aire,
Hábeas corpus,
Vázquez Portal en
La isla otra y el Moleskine,
Navarrete, Güicho Crónico,
Babalu Ayé,
con El tono de la Voz
Neorrabioso
por Tumiami
Tirofijo y el hombre
de las sombras
Cubaleah,
y el otro de las Emanaciones
en la Balsa de la medusa,
eran los Penúltimos Días,
en Belascoaín y Neptuno,
Enrisco ampliaba la Estancia Cubana,
y Cuaderno de Cuba alimentaba a
los Miquis de Miami, Ichikawa,
Zoé Valdés, Cuba Inglesa,
contestaban mensajes
dEl Abicú Liberal,
mientras El Fogonero
sacaba locomotora
hasta la Parada de los Mangos
A tale of two villages
en medio del Baracutey
El Penthouse de Heriberto
neurona afilada y pura con
Indicios de desorden
y pita Varela, pita...
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