cuando se es inútil en todos los sentidos...

Rilke: 'No me quiten mis demonios porque mis ángeles se irán con ellos'".

ESCRITURA Y MANÍAS

"Admiro a los que luchan por escribir algo que de algún modo sea irrefutable. Es una cualidad que encuentro en Beckett, Kafka, Calvino y Borges, y también en un maravilloso escritor húngaro llamado György Konrád (...) Creo que escribir desexualiza mucho. Yo no como, o como irregularmente y mal, saltándome las comidas, y trato de dormir lo menos posible. Me duele la espalda, me duelen los dedos, tengo dolores de cabeza. Y hasta se me corta el deseo sexual, suelo entrar en un periodo de abstinencia o castidad. Soy totalmente indisciplinada: escribo por períodos, muy largos, intensos, obsesivos". Y sobre las manías: "Tiendo a escribir los primeros borradores en la cama, acostada. Después, en cuanto tengo algo que mecanografiar, voy al escritorio y me siento en una silla de madera, y a partir de ahí todo pasa por la máquina de escribir (...) Yo siempre uso pantalones vaqueros, un viejo jersey y zapatillas". Jonathan Cott mete baza: "Hice una lista con cuatro adjetivos que podrían definir tu estilo de escritura: austero, medido, sereno, escueto". "Con el que sin duda sintonizo es con escueto. Me parecía que lo perecedero de muchos textos es precisamente sus adornos, pero los dos escritores norteamericanos que me fascinan son Elizabeth Hardwick y William Gass; y no puedo imaginar escritores más opuestos a mí".



Hace poco apareció en The New York Review of Books un artículo de Nigel Dennis, uno de los escritores que más admiro, que reseñaba un libro sobre el tratamiento de Nadia, una niña de cinco años que era una artista brillante que podía dibujar como Goya". Y añade que era una niña cualquiera pero autista. "La curaron y ya no puede dibujar". Cott: "Es lo que dice Rilke: 'No me quiten mis demonios porque mis ángeles se irán con ellos'". Sontag: "Sí, y eso pasa porque las dos cosas van juntas". Y añade: "El mundo debería ser un lugar seguro para los marginales, la gente siempre debería tener la posibilidad de sentarse en la vereda de brazos cruzados. Estoy totalmente a favor de los desviados".

FEMINISMO

"Lamentaría que la escritura empezara a sufrir una segregación sexual. He estado en esa situación. Supongamos que una película mía es invitada a un festival de cine de mujeres. No me niego a enviarla, pero a la hora de invitar a la película lo único que cuenta es el accidente de que yo sea mujer. Y no creo que mi obra como cineasta tenga nada que ver con que sea mujer. Tiene que ver conmigo, y una de mis características es que soy mujer". El entrevistador: "El feminismo te contestaría que actúas como si la revolución ya hubiera triunfado". Sontag: "No creo que haya triunfado (...) No creo que la emancipación de las mujeres sea sólo una cuestión de tener igualdad de derechos. Es una cuestión de tener igualdad de poder (...) Siento una intensa lealtad hacia las mujeres, pero no por eso voy a publicar mi trabajo sólo en revistas feministas (...) No creo que el objetivo sea la creación o la reivindicación de los valores femeninos. Sería quedarse a mitad de camino. No establecería ni dejaría de establecer un principio de cultura o sensualidad femeninas. Sería más bonito que los hombres fueran más femeninos y las mujeres más masculinas".

VIDA U OBRA

"El libro que me hizo que quisiera ser escritora fue Martín Eden, de Jack London, ¡y terminaba en suicidio! Lo leí a los 13 años". ¿El primer libro que realmente te apasionó? "La biografía de Madame Curie que escribió su hija Ève. Debía de tener siete años cuando lo leí. Quizás seis". ¿Leías libros a los seis años? "Sí, empecé a los tres. Y la primera novela que me afectó fue Los miserables, que me hizo llorar, gemir y suspirar. A los 13 eran Mann, y Joyce, y Eliot, y Kafka, y Gide (...) Tuve la suerte de tener un hijo y casarme siendo muy joven y elegí no volver a casarme y vivir una vida independiente, que implica un montón de inseguridades, molestias, ansiedad, frustración y largos periodos de castidad". ¿Fue una elección consciente? "Quería tener varias vidas y es muy duro tener varias vidas y un marido (...) Hay que elegir entre la obra y la vida. Por tomar un ejemplo de un escritor al que admiro: Jean Cocteau. Coctau tendría alrededor de 20 años cuando fue a ver a Proust, que ya estaba en su habitación forrada de corcho, y le dijo: 'Puedes ser un gran escritor, pero tienes que tener cuidado con la sociedad. Sal un poco, pero no dejes que eso ocupe una parte importante de tu vida"
Confucio: "Cada uno de nosotros está destinado a salvar el mundo". "

Me he enamorado muy pocas veces, pero siempre que me enamoré fue algo que continuó y continuó y terminó -generalmente, por supuesto- en un desastre. No sé qué significa estar enamorada una semana (...) Nunca estuve enamorada de alguien con quien no me haya acostado, pero conozco a mucha gente que dice que sí". ¿Y qué hay del amor platónico? "Desde luego que he amado con pasión a gente con la que no me habría acostado por nada del mundo, pero creo que eso es otra cosa. Es amistad-amor". Hay amistades que pueden ser eróticas. "Creo que la amistad puede ser muy erótica, pero no necesariamente sexual. Creo que todas mis relaciones son eróticas".

Susan Sontag: "Todas mis relaciones son eróticas"

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