Al ya viejo nuevo trovador Silvio Rodríguez, POR Jacobo Machover

Ibis, the Invincible # 1, 1943.

de inmediato, el terrible corcel del terror se desliza por el pasillo 
hacia el comportamiento privado de Julianne.

UNA PESADILLA QUE PUEDE HABERLES AFECTADO
LES AFECTA,
INCLUSO EN SUS HIJOS






POR  Jacobo Machover

Al ya viejo nuevo trovador Silvio Rodríguez le duró muy poco el atisbo de ambigua compasión por los manifestantes violentamente reprimidos durante la marcha LGBTI el sábado 11 de mayo en La Habana. Igual que Mariela Castro, le echa la culpa de todo al “imperio”, al que califica como el “más grande y peligroso de la Historia”, siguiendo en eso lo que escribía su pobre mentor ideológico, el Che Guevara, a propósito de los Estados Unidos: “el gran enemigo del género humano”. ¡Más que el imperio romano, que esclavizó, entre otros, a Vercingétorix y a los galos y destruyó por segunda vez el templo de Jerusalén! ¡Más que el Tercer Reich, que se pretendía milenario y exterminó a 6 millones de judíos y a centenares de miles de zíngaros! ¡Más que el ruso, otrora soviético, que hizo de los “países hermanos” (entre ellos el nuestro, Cuba) simples satélites y servidores de su delirante ideología expansionista! El cantautor no se acuerda (o ni siquiera sabe) de que fueron los Estados Unidos, junto con otros países, los que mandaron, hace 75 años, a sus jóvenes soldados a morir en las playas de Normandía y de Provenza para liberar a Europa de las garras fascistas y nazis. Tampoco quiere entender que fueron ellos los que lucharon al lado de nuestros mambises por la independencia de Cuba frente a otro imperio, el español, responsable de la terrible “reconcentración” implementada por Valeriano Weyler (claro, los manuales -de “educación”- en la isla afirman lo contrario). Silvio Rodríguez (no tengo ganas de llamarlo “Silvio”, como otros dicen “Fidel”) también quiere “una Cuba con más derechos políticos” (como si existiera uno solo) y afirma que la nueva “Constitución” (pomposa denominación para ese amasijo de consignas castristas) reconoce (“nos reconocemos”, escribe en su texto chapucero, como si realmente el pueblo cubano hubiera votado o votado “sí”) un “estado socialista de derecho”, un oxímoron. 
Ese hombre está loco… Actualmente se encuentra de gira por España. Cantará sin dudas “Vivo en un país libre” (“Freedom is slavery”, escribía George Orwell). A los jóvenes y menos jóvenes, así como a los nostálgicos, les aconsejo quedarse en casa delante de su televisor y mirar el concurso de la Eurovisión que se desarrolla en Tel-Aviv, en lugar de ir a escuchar obscenidades como “Te doy una canción/ Con mis dos manos/ Con las mismas de matar”. Es menos dañino para la mente humana. 


Silvio Rodríguez en Facebook :
Yo también quiero una Cuba con más derechos políticos, pero ANTES QUE NADA quiero, proclamo y defiendo el derecho de Cuba nación a ser como los cubanos decidamos, libre y soberanamente, como la conquistaron nuestros mambises y el triunfo revolucionario de1959. Mientras el imperio más grande y peligroso de la Historia —que tenemos a solo 90 millas— persista en apoderarse de CUBA, mientras podamos ser un factor activo en su política interna, influyente en su proceso electoral, viviremos situaciones excepcionales. Para que esas lamentables excepciones no se conviertan en plaga, al menos por culpa nuestra, en nuestra reciente Constitución nos reconocemos como estado socialista de derecho. Hagamos un uso consecuente y ejemplar de nuestra condición constitucional, para exorcizarnos de enfermedades y demonios (propios y ajenos).

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