Paz Sr., paz en mi alma.
Alexander Alverin
Como yo soy anormal, no puedo quedarme callada:
Solamente entre las donaciones de las familias más ricas de Estados Unidos, se recogen aproximadamente 600.000 millones de dólares anualmente para combatir el hambre en el mundo. Saqué la cifra de reportes de la FAO, Forbes y otro par de artículos.
Esto no es una defensa a los ricos.
Para eliminar el hambre no solo hace falta dinero, si no eliminar las condiciones que la producen. En muchos lugares de África, por ejemplo, la erosión de los suelos vuelve insostenible la agricultura. En otros, las brechas sociales (que se traducen en diferencias salariales) son gravísimas. En otros, los gobiernos destinan la mayor parte del presupuesto a cosas innecesarias. No hablemos de corrupción ni robo de donaciones.
No soy economista, ni socióloga, ni un carajo, pero no me gustan las cosas a la ligera. Tal vez me equivoco pero, si vamos a reclamar, apuntemos los dedos hacia todos los lugares correctos.
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