Kyrie eleison Incendie "effroyable" à Notre-Dame de Paris

El 17 de marzo Saint-Sulpice y un mes después, Notre-Dame. Sin palabras.









Kyrie, rex genitor ingenite, vera essentia, eleison.
Kyrie, luminis fons rerumque conditor, eleison.
Kyrie, qui nos tuæ imaginis signasti specie, eleison.
Christe, Dei forma humana particeps, eleison.
Christe, lux oriens per quem sunt omnia, eleison.
Christe, qui perfecta est sapientia, eleison.
Kyrie, spiritus vivifice, vitæ vis, eleison.
Kyrie, utriqusque vapor in quo cuncta, eleison.
Kyrie, expurgator scelerum et largitor gratitæ; quæsumus propter nostras offensas noli nos relinquere, O consolator dolentis animæ, eleison










Señor, Rey y Padre no engendrado, Verdadera Esencia de Dios, ten piedad de nosotros.
Señor, fuente de luz y Creador de todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Señor, Tú que nos has marcado con el sello de tu imagen, ten piedad de nosotros.
Cristo, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, ten piedad de nosotros.
Cristo, Luz guía, a través de quien son todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Cristo, Perfección de la Sabiduría, ten piedad de nosotros.
Señor, Espíritu vivificador y poder de vida, ten piedad de nosotros.
Señor, Aliento del Padre y el Hijo, en quien son todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Señor, Purificador del pecado y Limosnero de la Gracia, te rogamos no nos abandones a causa de nuestras ofensas, Consolador del alma dolorida, ten piedad.
Generalmente se canta:
Kyrie, eleison
Christe, eleison
Kyrie, eleison
es decir
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros


le toit de la cathédrale s'est effondré

Resistió a las guerras de religión. Resistió a la Revolución francesa. Resistió a la Comuna parisina, y resistió indemne a dos guerras mundiales. Resistió más de ocho siglos al paso del tiempo. Pero no ha podido resistir a nuestra época.





Incendie de Notre-Dame, en direct 



Je vous salue, Marie, pleine de grâce; le Seigneur est avec vous. Vous êtes bénie entre toutes les femmes et Jésus, le fruit de vos entrailles, est béni. Sainte Marie, Mère de Dieu, priez pour nous pauvres pécheurs, maintenant et à l’heure de notre mort.

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