LAS ALMAS TE REGRESAN.
PERO LAS ALMAS TE REGRESAN.
Juan Carlos Recio Martínez.
Y las almas que no vuelven a sus costumbres
peregrinas se estrujan
más no mueren
ellas solas afinan en su paraíso.
El resto de las sombras de esas almas
las cubre el valor de la locura
verlas idas verlas mustias sin esplendor
únicamente quietas cuando no las escuchas.
No ejerzo la crueldad de sus vacíos
si he crecido se debe a no entenderlas
un alma las almas nuestras almas
basta con exponer su claridad
y en contradicción
el sueño que mueva en lo oscuro
el peso de esa otra que nos carga.
Pero si evitas mirar al rostro cuando conversas
y tus ojos se alejan como si de repente
llegara el que rapta lo que pesas
y te consuela dar la vuelta
huir en la mente entrar al bosque
los bosques de una mente son más indescifrables
que las piernas de una mujer muerta en vida.
Yo tuve una novia que ejercía la prostitución
y algunas noches se quedaba
prendida en mi mente como una vela
y su débil luz era además la felicidad de mi locura
un día se fue, la metimos en la tierra
con una corona de flores sobre las piernas
y juré que lograría sembrar por ella
otras almas que me acompañaran
la mía aún me reconforta en sus costumbres
de mantenerse atenta y enamorada
incluso siempre que se aleja me regresa
a vivir locuaz en su ternura.
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